En la mañana de hoy, el presidente de la Agrupación Conservadora Gauchos de Güemes, Francisco Aráoz se retractó de llevar a cabo su famosa «marcha patriótica», con la que armó el culebrón de la semana pasada, instando a la comunidad a la desobediencia respecto a las medidas dispuestas por el COE Salta. «Vamos a tomas la provincia – dijo – por las buenas o por las malas Salta va ser nuestra el 17 de junio».
Fue después del anuncio de Ricardo Villada de que el desfile se suspendería hasta el 7 de noviembre próximo que estalló todo. Aunque los cinco minutos de fama de Aráoz surgen después del gracioso pedido de siete millones de pesos para «un refrigerio» de los fortines que asistan al desfile.
Las respuestas de la gente se hicieron escuchar por redes sociales, tanto por exorbitante e inadecuado pedido, como por la realización de un desfile que no es menos que una fiesta clandestina a los efectos del contagio y más aún cuando tomó su papel de patrón de estancia y empezó a dar órdenes a las agrupaciones, que comenzaron a mirarlo raro y dejó de gustarles la idea de hacerlo «por las buenas o por las malas». Se llegó a hablar de pedirle que deje la presidencia del fortín más grande de la provincia, teniendo en cuenta sus actitudes.
El propietario de Mundo Gráfico hizo un parate, analizó la situación y se dio cuenta que para nada quedaría como un héroe y que las consecuencias podrían ser muchas y muy duras y decidió dar marcha atrás con toda su movida. Y fue a última hora de ayer que decidió acatar lo ordenado por el COE. “Para llevar tranquilidad a la sociedad se ha determinado que no haremos la marcha, ni movimientos de caballos, a fin de evitar cualquier tipo de actividad y aglomeración de gente», se lo escuchó decir con la cola entre las piernas.