El paquete de proyectos para el mediano y largo plazo, entendido como herramienta contra la pobreza, descansa sobre lo que el gobierno salteño defina en materia de ordenamiento territorial y los lineamientos para producción primaria a gran y pequeña escala. Una punta de lanza en esta dirección es la que afiló el titular del Ejecutivo gaucho, Gustavo Sáenz, luego del encuentro con representantes de Naciones Unidas, UNICEF, organismos supranacionales especializados en salud y Cruz Roja, entre otros.
Luego de este cónclave, a mitad de semana, Sáenz resumió que el punto de coincidencia fue “aunar esfuerzos para generar soluciones concretas a mediano y largo plazo que resuelvan los problemas estructurales de Salta y continuar trabajando en la defensa de los derechos humanos”. Al respecto, es posible que esta ponderación hecha por el mandatario consiga sacar del freezzer al programa de Forestación, el cual depende del Ministerio de Producción.
Este órgano del Estado provincial es el encargado de promover el desarrollo foresto-industrial, aunque en estos casi dos meses de gestión parece estar desactivado. Cuando, justamente, una de las tareas realizadas hasta diciembre último había sido el “registro de madera transportada a partir de los datos recabados en (…) El Naranjo, Quebrachal y Dragones” durante el período 2018-2019. Un archivo que los especialistas de esta cartera encuadraron como información estratégica para la toma de decisiones.

¿Habrá futuro para el programa?

Las consultas que los empleados de esta dependencia efectuaron, tanto al ministro De los Ríos, como a la Secretaría de Agricultura, a cargo de Milagros Patrón Costas, los dejaron en la nebulosa. Incluso, en los últimos dos meses se hicieron en Ciudad de Buenos Aires tres encuentros de la Comisión Asesora para la Ley de Bosques, a los que Salta no envió representantes.
En este contexto, un especialista en la materia que habló con “Cuarto Poder” advirtió que el nivel de alerta creció al ritmo de la versión extraoficial que el programa Forestación no continuaría. Ante la consulta respecto a las consecuencias que tendría esto, la fuente mencionada señaló que ello “representaría un desastre para el sector foresto-industrial de la provincia, el cual ya viene afectado por la falta de políticas estatales”. Es por ello, completó, que se verifica el “ingreso de grandes volúmenes madereros proveniente del litoral”.
La inactividad en la que está sumido este programa podría ser una de las herramientas a las que echar mano, en el escenario abordado por Sáenz en este reciente encuentro con organismos internacionales.