La gestión de un edificio propio para el colegio secundario “Gesta Güemesiana” viene de hace años pero por un problema de recortes y tintes políticos no se construirá.  El diputado nacional Martín Grande cargó la suspensión de la ejecución de las obras al gobierno de Urtubey que prioriza otras. (Nicolás Pantaleón Abalos) 

Esta semana los vecinos de La Silleta se enteraron que se quedarán sin la construcción de un nuevo edificio para el secundario que tiene a 500 estudiantes que asisten a sus aulas en un contexto rural. Según trascendió, las obras están paralizadas porque el proyecto pertenece “a la gestión anterior de Nación”.

La necesidad de un nuevo edificio secundario en la zona es urgente por la demanda educativa de una localidad que crece a pasos agigantados. Actualmente el colegio funciona en un sólo turno por las tardes; y comparte aulas hace 17 años con la escuela primaria Virrey Toledo. 

Al colegio “Gesta Güemesiana” N° 5149 no sólo asisten chicos de la Silleta sino también de las fincas que se encuentran más adentro como en la Merced Chica, El Encón y Villa María, hacia el otro lado de la ruta. También concurren estudiantes de otras localidades cercanas como de Campo Quijano y hasta de San Luis (Capital).

La información oficial llegó a través de una notificación del Ministerio de Educación en febrero del año pasado. “Ante la falta del programa ´Más Escuelas´ se solicitó la devolución de la póliza de ejecución de contrato sin novedades hasta el momento”, reza el escrito.

Pero la mala noticia fue ratificada por el diputado Nacional Martin Grande (PRO) durante una visita al pueblo hace un mes atrás. “Las obras no habían comenzado a ejecutarse porque el Gobierno Nacional decidió que se le iba a dar prioridad a aquellas que ya habían comenzado”, señaló un docente de la institución que participó del encuentro.

Versiones encontradas 

Si bien el anuncio oficial llegó por canales formales de comunicación entre la institución y el Ministerio de Educación, algunos docentes y vecinos que participaron del encuentro con el legislador del PRO aseveran que fue él quien hizo el anuncio y que la no construcción tendría tintes políticos. Sin embargo consultado por este medio, Martín Grande desmintió tal afirmación: “Yo no sé de dónde salió esto de que yo di la primicia que no se iba a construir la obra”, sostuvo.

Por otro lado el diputado cargó la suspensión de la ejecución de las obras al gobierno de Urtubey al priorizar otras, de acuerdo a un monto que llegó de Nación pero no para todas.  “El monto se acordó con el Gobernador de la provincia y con su Ministerio (de Economía), y es él quien que debe decidir qué obras son las que se hace y cuáles no”, explicó. 

En esta misma línea, contó que la escuela de la Silleta no es la única obra que quedó en la nada misma. En una última conversación con la Ministra de Educación, le confirmaron que hay más obras paralizadas, como la escuela de la localidad de La Poma.

Por su parte desde la Unidad de Coordinación de Proyectos Especiales (UCPE) atribuyeron la falta de ejecución de la escuela a la falta de envío de fondos al Gobierno Nacional. “Se hicieron miles de presentaciones desde el organismo UCPE al gobierno para que argumenten cuáles eran los motivos del no inicio de las obras”, explicaron desde el área de prensa del organismo. 

“Hasta ahora no hubo ningún tipo de respuestas y el que iba a ser supuestamente la empresa también hizo todas las presentaciones legales y pertinentes para que expliquen los motivos” agregaron.

Una necesidad educativa urgente 

Entre tantas idas y vueltas; y pases de pelotas de responsabilidades, lo cierto es que la Silleta no contará con un edificio para sus quinientos alumnos. Mientras esperan, seguirán compartiendo los baños con los niños de la primaria y los recreos seguirán siendo coordinados en horarios diferentes.

Pero la problemática más importante es el hacinamiento en las aulas a medida que avanzan los años y crece la matrícula. “Seguimos con cursos superpoblados con aulas que tienen más de cuarenta chicos” sostuvo Leonardo López, profesor de matemática en la institución y quien acompañó el pedido. 

La gestión de un nuevo edificio se remonta aproximadamente desde el 2014 cuando Pedro Liverato fue senador por el departamento de Rosario de Lerma. A partir de allí comenzó un largo camino de las autoridades de la institución hasta que se licitó y se pre adjudicó la obra en 2017 junto a un colegio de Atocha que sí logró recibir fondos para su construcción.

“Con la licitación había una ilusión importante en la comunidad educativa, ya estaban hechos los planos y se estaba pagando el seguro de la empresa licitada” contó López. A pesar del mal trago y de tantos años de gestión tirados al tacho todavía existe una posibilidad de contar con un nuevo edificio.

“Como está paralizada de Nación se verá la manera que dentro de la Provincia se lo incorpore a través de algún programa” explicó el docente. Ahora quedará en manos de los actuales legisladores provinciales Mario Vilca, Nicolás Taibo y Sergio Ramos la incorporación de la obra en el presupuesto 2020. 

Todo esto claro, en un futuro errático atravesado por la elección de nuevos legisladores (al menos de diputados) por el departamento. Mientras, los alumnos seguirán amontonados en un edificio ajeno durante todo un año, si es que no son más.