El ideal en situaciones como la actual: fidelizar el vínculo con la mayoría de la población. Las herramientas para lograrlo están al alcance de la mano en esta coyuntura. Un instante crítico, pero también inédito en el que se puede halllar un mismo eje que interconecte a diferentes capas de una sociedad. Nada menos que la misión de preservar la vida.
Por Federico Pérez
Si se mantiene la meta de llegar a un nivel alto de adhesión hacia la gestión, el oficialismo local tal vez debería analizar el caso Jere Bracamonte. El joven planteó en los últimos días su procedencia de otros catastros ideológicos, aunque de todas formas y en función de lo hecho en estas semanas expresó su respaldo a Alberto Fernández. Desde este fin de semana comenzaron a regir disposiciones enérgicas como el cierre de fronteras y el no decolaje de aviones, decisión que reparte en 70/30 a los argentinos.
“Yo no te vote, pero estas haciendo una excelente gestión. Apoyando al pueblo Argentino en este tremendo momento”, le escribió Bracamonte al mandatario en su cuenta en Instagram, luego de subir el video con el mensaje de los curas villeros. El comentario hecho por el joven reveló este rasgo, capaz de ofrecer un elemento de anclaje: mantener con vida a la mayor parte de la población. Idea en la que, cuanto menos, hay consenso por parte de un 75 % de los salteños. Y de los argentinos.
El ánimo general de la ciudadanía llega hasta gran parte de la oposición, que con sabiduría pospuso ciertos cuestionamientos para mejor momento, al entender que esta vez, sí, el logro de la actual gestión con la pandemia afecta el resultado general. Si con esto le va bien a la gestión Sáenz, le irá bien al resto de los salteños, un mensaje que en otra era política y en un momento histórico diferente no consiguió prender como ahora.
El panorama nacional y sus efectos –que llegan a Salta- se encuentra más o menos despejado por las resoluciones de Casa Rosada en cuanto a la suspensión de operativos para repatriar ciudadanos varados en el exterior y concentrar toda la atención en la población que este fin de semana está fronteras adentro. Con lo cual solamente resta efectuar la tarea, nada fácil, de hacer operativas estas disposiciones en el territorio provincial.
Pocos lo dirán, pero hasta en varios líderes de sectores no afines al saenzismo existe un genuino interés que, más allá de modificaciones a realizar por obstáculos que surgieran en la marcha, el oficialismo no la pifie. Así como también que su homólogo nacional igualmente acierte en la medida de lo posible el rumbo trazado ante esta pandemia. Situación a seguir sin manual de instrucciones, de la cual la última referencia cercana podría ser la peste “española” de 1918 (*).
Cómo actuar ante pandemias
Las características de la situación de hoy, libran de toda comparación a la gestión Sáenz. Por ello, nadie podrá reñir: “Uff! El que era un experto en manejar pandemias era el doctor Abraham Cornejo! Oh, qué tiempos aquellos, no como los de ahora, con esta juventud que no aprende”. U otros diálogos por el estilo.
Por caso, las recientes invitaciones a colaborar extendidas a los demás sectores partidarios tuvieron respuesta ágil y fueron pocos los que se negaron a ofrecer su aporte conceptual y/o material. De esta, nadie se va a salvar solo. “Poder sortear esta crisis y enfrentarnos a ese mundo que nace, nos exige diseñar y suscribir un gran Pacto de Solidaridad Global”, previó este jueves Alberto Fernández en videoconferencia con otros mandatarios del G20.
Tal vez por esta razón, las proyecciones de adhesión entre la población hacia las directivas gubernamentales oscilan entre un 53 % y un 94 %. Casi no hay gobernado que porfíe en su anhelo direccionado a una equivocación en los mandatarios.
La consultora de Raúl Aragón sondeó en estos días que el respaldo a las medidas dispuestas por la emergencia sanitaria desde el Ejecutivo nacional se reparte en un 53 % que las considera excelentes o buenas, contra un apenas 10,3 % que las cataloga mala/pésima.
Mientras, el 91,9% se pronunció a favor de la suspensión de clases, en tanto que el 94,2% respaldó el levantamiento de eventos masivos. Por otro lado, el 99% se declaró de acuerdo con el cierre de fronteras y el 90% con la reducción de tránsito. Un dato a tener en cuenta por acá es la presencia de indicios que expresan la decisión oficial de llevarle la delantera a la opinión de la mayoría, algo que en Ciencia política se suele definir como liderazgo.
Una variable en la que el Estado salteño no anduvo del todo mal, pese a los achaques que siempre van a proliferar (en situaciones de normalidad y más ante las de urgencia), en comparación con lo que ocurrió en otros distritos. En Tucumán, la casi omnipresencia de las Fuerzas de Seguridad en fronteras interprovinciales, terminales de colectivos y aeropuertos fue marca inicial a principios de marzo, por parte de la gestión Manzur.
De todas maneras, parece habérsele “escapado la tortuga” con el caso de Ricardo Bussi, quien luego de un viaje del exterior cayó, denunciado por un vecino, con el mal del COVID-19. Y peor aún, ya que pende de un hilo el posible contagio a 49 parlamentarios. Es decir, a la totalidad del Poder Legislativo, ya que la vecina provincia posee sistema unicameral (¿Ventaja adicional para Salta?).
En el Jardín de la República, la única señal que aporte cierta calma es la noticia nacional del Ingreso Familiar de Emergencia, en momentos en que ya había un apresto para coordinar saqueos a supermercados en redes sociales.
El camino del exceso
El actuar enérgico y el actuar autoritario son caracterizaciones que dependerán del contexto. El ser humano y sus circunstancias. El autoritario, por lo general, es la envoltura que recubre al pusilánime: el excesivo énfasis puesto en que las debilidades intrínsecas no salgan a la luz. El subproducto son las decisiones ambivalentes de una gestión, en el reparto de castigos y recompensas en modalidad alocada, sin razonabilidad.
En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, este viernes la radio porteña AM 750 recibió el relato angustiado de Diego. Este vecino proveniente de México, desde el lunes se encuentra recluido en un hotel, bajo amenaza de arresto si sale al pasillo, sin asistencia médica, sin elementos de higiene, y sin resguardo para evitar situaciones de contagio. “Estoy a 12 cuadras de mi casa”, detalló el hombre, pero igual se le impone permanecer en un hotel al que siguieron llegando pasajeros desde España y otros lugares de Europa.
En cambio, un hostal en el barrio de San Telmo despunta el vivapepismo y alberga fiestas de pasajeros muy jocosos –bailando el pase por debajo del palo- de todas partes del mundo, en permanente descontrol y sin cumplir las mínimas recomendaciones tendientes a expandir la enfermedad tan temida. Según reveló este jueves el canal de cable C5N, en el programa ADN, este hostel porteño “paga coimas de 700 mil pesos y recibe extranjeros a pesar de estar clausurado”.
Un caso con apariencia de marcar un contraste es el de Chaco. Pero no tanto. En esta provincia, su gobernador Jorge Capitanich parece que la canchereó unos días atrás, en la conmemoración del Día de la Memoria. En esta oportunidad, el mandatario desoyó toda prohibición de participar y/o celebrar concentraciones públicas, lo que le valió recriminaciones desde todas partes del país.
En el distrito vecino a nuestra provincia, umbral de la región NEA, se superponen una suerte de lineamientos que bordean lo esquizofrénico, por momentos. Entre controles laxos y franjas del mapa provincial aisladas férreamente. Sin embargo, el informe epidemiológico del Ministerio de Salud de la nación puso en su diagnóstico sobre Chaco –empardando al Área Metropolitana de Buenos Aires- en color naranja y tonalidad variando a rojiza en la proyección del virus respiratorio.
Desafíos de por acá
Por acá, las últimas noticias relevantes fueron el reacondicionamiento del Centro de Convenciones de Limache, los controles de precios y las soluciones para la provisión de una población remotamente ubicada en el mapa salteño. Allí donde parece estar la cabeza del hombre leyendo el diario, figura que parece simular el contorno de esta tierra gaucha. Son desafíos que requieren un gran esfuerzo, aunque distintos a los que deben enfrentar otras provincias.
Este domingo, de acuerdo a los cálculos oficiales, el CCL quedará reconvertido en lugar para albergar 140 camas o más donde atender a eventuales enfermos leves por este virus. Un lugar amplio, sin mayor utilidad, excepto para actos políticos, conferencias new age, ferias de artesanos, eventos musicales, sorteos y kermesses, que había significado una inversión multimillonaria para el contribuyente salteño en las dos etapas gubernamentales anteriores. 10.685 metros cuadrados al 2P, en manos de una extravagante Sociedad del Estado, por fin puestas al servicio de algo medianamente razonable.
Una tarea adicional que todavía no aparece como primordial, dado que no impactó de lleno el topetazo económico, es el cuidado de los bolsillos y el saldo a favor en el homebanking de las familias gauchas. Con acciones encomendadas por el propio mandatario provincial a la Secretaría de Defensa del Consumidor, tras la que se dispuso una clausura de una gigantesca boca de expendio de comestibles y artículos de higiene, mientras que a los demás se les exigieron correcciones de precios (a la baja).
Finalmente, además de las tareas cotidianas y citadinas para inducir conductas responsables, el repimporoteo en el gabinete se orienta a cómo resolver el día a día de un poblado por demás aislado. Casi de cumplimiento ejemplar en las condiciones imperantes, tras el toque de queda. En Los Toldos, ubicado muy cerca del límite con Bolivia, sus pobladores viven en condiciones en que el aislamiento forma parte de las derivaciones orográficas.
A este poblado se llega, si uno va por vía terrestre, ingresando a territorio boliviano y luego volviendo de regreso a suelo argentino –cerca del paraje El Condado-, vadeando luego los ríos Oroseño y Condado, un par de Adanes de cuyas costillas alumbra el Bermejo, y al final se arriba hasta el valle donde está Los Toldos. Es probable que la provisión de alimentos sea una operación de emergencia a realizarse por vía aérea. Lo cual no demorará, luego de las súplicas emitidas por los moradores de este pueblito norteño.