El índice de CAME, que mide la diferencia promedio entre el precio de góndola y origen para una canasta de 20 alimentos agrícolas, evidencio que además de subir los precios al público también subió el precio que se  paga al productor.

El informe publicado por el portal Región Norte Grande destaca que si bien el 65% de los productos relevados tuvieron aumentos en sus valores al público, también subieron los precios al productor, lo que evitó que aumentara la brecha. “En cambio, se redujo fuerte la brecha de la pera y el brócoli, que venían siendo dos de los productos más afectados por las distorsiones de precios. El IPOD ganadero en tanto, mejoró 5,5% en marzo y la brecha se redujo a 3,8 veces”, precisa el informe.

La diferencia entre lo que paga el consumidor por los productos agrícolas y lo que recibe el productor en el campo se multiplicó por 5,6 veces en marzo, según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que elabora el Área de Economías Regionales de CAME para una canasta de 20 alimentos agrícolas. A pesar del aumento importante que tuvieron los precios al público de muchos de los productos agrícolas en el tercer mes del año, la brecha se mantuvo sin cambios frente a febrero porque mejoraron simultáneamente los precios recibidos por el productor.

En marzo los productos con brecha más grande fueron el Arroz, donde la diferencia entre el precio de origen y destino fue de 11,26 veces; la Naranja, con una brecha de 10,33 veces provocada por el ajuste en los precios pagados al productor; la Manzana roja, con una diferencia de 9,74 veces; la Acelga, con una brecha de 8,86 veces; la Pera (8,42 veces) y la Frutilla (7,92 veces).

Los productos donde menos se multiplicaron los precios desde que salieron del campo fueron el Repollo, con una brecha de sólo 2,43 veces; la Lechuga, con una diferencia de 2,93 veces entre lo que paga el consumidor y lo que recibe el productor; la Mandarina, con una brecha de 3,17 veces y la Berenjena, con una brecha en marzo de 3,54 veces.

De los 20 alimentos agrícolas que integran la canasta del IPOD relevados durante la segunda quincena de marzo, en 11 aumentó el precio de origen, en 13 aumentó el precio destino y en 9 mejoró la brecha entre ambos.

En marzo continuaron mejorando los precios al productor de una amplia cantidad de productos. El aumento más importante ocurrió en el Repollo, donde el productor recibió, por kg de su producto, 129,7% más que en febrero. Como dato positivo, los precios al consumidor de esa verdura se mantuvieron prácticamente estables, lo que mejoró ampliamente su brecha.

Otros productos donde se recuperaron los pagos a los productores en marzo fueron:

– La Pera, con un aumento de 66,7% que se combinó con precios estables al consumidor.

– El Brócoli, con un alza de 58,4% al productor y una caída de 6% en el precio al consumidor.

– La Zanahoria, donde el productor recibió 53,7% pero los precios al público también subieron 20%.

– La Manzana roja, con un aumento de 42,5% al productor y una suba del 12% al consumidor.

– La Lechuga, que combinó un aumento de 33,2% al productor con una caída de 28,2% en los precios al público.

– La Berenjena, donde el precio al productor tuvo una suba promedio de 27,3% y los precios minoristas cayeron 14,1%.

En marzo hubo 9 productos que mejoraron su brecha. Uno de los más importantes es la Pera, donde la brecha continuó descendiendo hasta ubicarse en 8,42 veces, el valor más bajo que tuvo esa fruta desde que se inició esta medición (en agosto de 2015). La mejora fue como consecuencia de los mayores pagos al productor. De todos modos, esa fruta es una de las que mantiene mayor distorsión de precios.

El caso del Repollo es otro donde la brecha bajó 3,08, y se ubicó en apenas 2,43 veces, convirtiéndose en el de menor distorsión de precios en el mes.

El tercer producto donde se observó una mejora fue el Brócoli: la brecha se redujo 2,87 veces aunque la diferencia de precios entre el productor y el consumidor se mantuvo relativamente alta, en 4,18 veces.

En el otro extremo, los productos con mayor deterioro en la brecha fueron el Arroz, dónde la brecha creció 6,86 veces (aunque ese aumento se explica exclusivamente por una modificación en la metodología de estimación del precio de origen); la Naranja, con un incremento en la brecha de 6,70 veces (de 3,54 a 10,33); la Calabaza, con un aumento de 2,15 veces en la brecha, el Limón donde la brecha tuvo una suba mensual de 1,9 veces; y la Papa, con un ascenso de 1,42 veces en la brecha.

IPOD vegetal vs IPOD animal

Cuando se agrupan los productos por origen, se observa que las mayores distorsiones en la cadena ocurren en los productos de origen vegetal.

Efectivamente, mientras el IPOD que agrupa a 20 productos vegetales alcanzó una brecha de 5,6 puntos en marzo, el IPOD que agrupa a 4 productos animales (huevo, carne de pollo, carne de ternera y leche) se ubicó en 3,8, mostrando incluso una mejora de 5,5% en relación al valor alcanzado por el IPOD ganadero en febrero pasado.

Si se combina el IPOD animal y vegetal, extendiendo la canasta a 24 productos, se obtiene una brecha de 5,3 puntos, con una leve mejora frente a febrero.

El IPOD es un indicador elaborado por CAME para conocer el recorrido de los precios de los principales productos agropecuarios que se venden en fresco en el mercado interno desde que salen del campo y hasta que llegan al consumidor.

Como es sabido, en el recorrido hasta que arriba a la góndola, se producen un conjunto de distorsiones que suelen multiplicar por varias veces el precio de origen de muchos alimentos. Esas distorsiones son muy dispares según producto, región y tipo de comercio; pero en general suele estar determinada no sólo por los costos de producción, almacenamiento o transporte, sino por comportamientos especulativos de muchos actores del mercado.

Hay productos que tienen estacionalidades en determinados meses del año y eso altera las mediciones en ciertos meses. Hay otros donde el traslado de una región a otra incrementa sus costos.

Pero las disparidades de precios en la Argentina superan esos factores detectándose problemas estructurales y comportamientos especulativos que explican por qué lo que paga el consumidor multiplica en tantas veces al costo del producto en el campo. Los altos costos de logística y fletes, la elevada carga fiscal, los abusos de muchos intermediarios y hasta las especulaciones y oligopolios en la oferta en el eslabón comercial generan abultados márgenes que explican la evolución irracional que muchas veces tienen los precios.