José Antonio Castro, de 29 años, se perfila como el nombre fuerte que enfrentará, en las próximas elecciones, a Julio Jalit, el intendente atornillado en el poder hace 15 años y autor de la frase “para robar hay que ser inteligente, y yo me considero un tipo inteligente”. (Verónica Lía Caliva)
“Para nosotros la política es pensar todos los días cómo construir un mundo mejor. Creemos que la política es acción, propuesta, y construcción, si queremos que las cosas cambien creemos que debemos involucrarnos, desinteresadamente”, afirma convencido “Jocha” Castro, líder y fundador del espacio denominado Pichanal 2019. Su nombre es el que más suena para enfrentar al actual intendente en las elecciones de octubre.
Todos recordamos que Jalit desató un escándalo y fue noticia nacional tras aseverar en su discurso de apertura de sesiones del Concejo Deliberante que «para robar hay que ser inteligente, y yo me considero un tipo inteligente». Tales dichos se hicieron virales y generaron el más amplio repudio reeditando el debate sobre la corrupción, la pobreza estructural que golpea a la comuna de Pichanal y el inexplicable crecimiento patrimonial de este intendente afincado en el poder desde hace 15 años.
Con ideas diametralmente opuestas, se presenta este joven de 29 años que estudió Ciencia Política en la Universidad del Salvador y es especialista en Educación Popular y Economía Social. Castro comenzó a militar en política durante el año 2009, en Buenos Aires, en las elecciones legislativas de aquel año.
“Formo parte de la organización política Movimiento Evita desde el año 2014, donde dictaba clases en el Bachillerato Popular que el Movimiento tiene en el barrio Ejercito de los Andes, mal llamado Fuerte Apache. Allí me enamoré de esa organización, milité mientras viví en Buenos Aires y hoy lo sigo haciendo en la provincia de Salta, siendo el referente de la región norte de la provincia”, cuenta con orgullo Jocha.
Llegó a Pichanal por su vínculo con los frailes franciscanos que trabajan en la zona desde hace muchos años. “Conocí la Misión San Francisco y junto con mi esposa decidimos venir a trabajar y aportar nuestro grano de arena en esta comunidad. En estos años trabajé en proyectos de capacitación en oficios, acompañamiento familiar y economía popular”, explica y asegura que Pichanal tiene mucho potencial y podría estar mucho mejor.
Hace un año, Jocha y un grupo de vecinas y vecinos comenzaron a organizar una agrupación municipal llamada #Pichanal2019, “con el único interés de que todas y todos vivamos mejor, por eso estamos recorriendo los barrios, escuchando a la gente y juntos proponiendo soluciones a la Municipalidad y al Concejo Deliberante”, afirman los más cercanos al joven politólogo que hizo de Pichanal su lugar en el mundo.
Cada día, junto a su esposa -una joven arquitecta urbanista-, y con su pequeño hijo de 3 meses, José Castro transcurre su vida entre las comunidades y asentamientos ava guaraníes y wichis. La pequeña Pichanal, situada entre el cruce de las rutas Nacional 34, Nacional 50 y la Provincial 5, si bien posee una importante actividad económica, mantiene los más altos índices de flagelos vinculados a la pobreza, a la contaminación ambiental y encabeza los índices nacionales de enfermedades de transmisión sexual como sífilis, VIH-SIDA y hepatitis virales.
Como coordinador del proyecto “Tape oipea vae” financiado por el Ministerio de Desarrollo Social de Nación, a través de la Orden de Frailes Menores, organizó una Escuela de oficios en la Misión San Francisco de Pichanal, donde se capacitaron en oficios 180 alumnos; también en esta comunidad originara estuvo coordinando la implementación del Plan Nacional de Protección Social, realizando el acompañamiento personalizado a 220 familias de comunidades ava guaraní y wichi en situaciones de extrema vulnerabilidad, con talleres y encuentros de capacitación para esas mismas familias.
Consultado sobre su militancia social, Jocha Castro deja ver su sensibilidad y sólida formación en contextos vulnerables, “entre los años 2013 y 2017 me desempeñé como coordinador de Proyectos de la sede Barrio Ejército de los Andes, popularmente conocido y mal llamado Fuerte Apache, de Ciudadela, en el partido de Tres de Febrero, Provincia de Buenos Aires”, cuenta con nostalgia.
En el Fuerte Apache trabajó en la elaboración, ejecución, acompañamiento y evaluación de los diferentes proyectos sociales de la Fundación Franciscana. Los proyectos para el barrio estaban relacionados a la niñez, juventud, emprendimientos y adultos mayores, y se ocupaba de las relaciones y articulaciones con instituciones barriales, escuelas, salud, ONG’s, movimientos políticos, etc. En este complejo habitacional -famoso por su hijo pródigo el futbolista Carlos Tévez, y por su alto nivel de vulnerabilidad, marginalidad y violencia- Jocha dio sus primeros pasos políticos.
“Me metí en política porque estoy convencido que la política es una de las principales herramientas para transformar la realidad y construir una Argentina más justa”, resalta Castro, quien se considera “un militante político, un compañero peronista, una persona que desea entregar su vida en pos de la Justicia y la dignidad de los pobres”.
Con #Pichanal2019 y desde la pedagogía política, esta agrupación vecinal pretende convertirse en una fuerte organización que transforme a esta ciudad atravesada por problemáticas sociales como la desnutrición, las adicciones, la violencia, la falta de trabajo, la inseguridad, la falta de producción, y el acceso a los servicios básicos.
“El Jocha” aspira a ocupar centralidad en el tablero político, democratizar la economía y la producción popular desde paradigmas muy distintos a los que se practican en este crece de caminos que tomaron trascendencia cuando su actual intendente se jactara de ser “inteligente para robar”.