Comerciantes se manifestaron. Piden ser habilitados temporalmente para vender estos productos.
En Salta hay gente que no quiere discutir las cosas con tiempo o que no acepta que ya han sido discutidas. Ante la cercanía de las fiestas de fin de año la venta de artículos pirotécnicos volvió a generar tensiones entre el gobierno municipal y los comerciantes del sector.
El tema ya debería estar cerrado: Desde febrero de este año en Salta rige una Ordenanza que prohíbe la venta la tenencia, uso, detonación y comercialización de “todo artificio de pirotecnia que provoque sonoridad” y establece que los artículos permitidos solo pueden ser vendidos por comercios habilitados de manera permanente.
Allí radica uno de los principales cuestionamientos porque cientos de personas le exigen al municipio la posibilidad de recibir una habilitación temporaria para habilitar bocas de expendio de pirotecnia en distintos puntos de la ciudad.
“Hay más de tres mil puestos de trabajo en riesgo si no se permite la instalación de estos comercios”, dijo Luis Monterichel a La Gaceta.
“La pirotecnia no está prohibida en Salta porque estamos comercializando productos de bajo impacto sonoro”, enfatizó Monterichel.
A pesar de ser uno de los comerciantes mayoristas y permanentes de la ciudad de Salta, Monterichel dijo para la Municipalidad “sería mejor saber quiénes venden temporalmente estos productos” y evitar el comercio ilegal.
“Yo creo que el Intendente debería ponerse de los dos lados, pero sin lugar a dudas los mayores perjudicados son aquellos a los que no se les permite trabajar ni siquiera de forma temporal”, manifestó el comerciante.
Gustavo Sáenz, intendente y gobernador electo, contestó.
“Es preferible afectar intereses económicos, y no aquellos que tienen que ver con la vida, la tranquilidad, la paz y por sobre todas las cosas la salud”, dijo en referencia a la ordenanza de Pirotecnia Sonora Cero.
De esta manera, Sáenz ratificó que la Ordenanza solo restringe el uso de la pirotecnia sonora y cuestionó a quienes hacen estos planteos a días de las fiestas de fin de año.
Las declaraciones se efectuaron luego del polémico lanzamiento de la temporada de venta de pirotecnia, que despertó el enojo de proteccionistas y de padres de niños con autismo.