Parece haber en la historia que los gobernadores, como Gustavo Ruberto Sáenz, y Milei tenían una relación diplomática y aceitada, la actualidad en cambio pone en tensión todo el tiempo lo que para muchos es una pulseada entre quien maneja la caja y quienes pueden o no darle la gobernabilidad.
La provincia de Salta es la segunda más afectada por los recortes que implementa el ejecutivo nacional día a día. En ese marco, el señor gobernador de Salta busca tender puentes y cables de negociación con los referentes a nivel provincial y nacional del libertarismo. Sobre todo a partir del primero de marzo, donde por cadena nacional, Milei dijo que gobernará con o sin el apoyo de las cámaras.
En algún punto es una declaración de guerra, un desafío a la capacidad de brindar o no la tan ansiada gobernabilidad que necesita cualquier presidente en Argentina. Aunque Salta no sea representativa en cantidad de votos, para jugar, todos los porotos cuentan.
La postura de Gustavo Sáenz sobre el Pacto de Mayo es crítica, Sáenz le ha pedido a Milei que abandone “su política de látigo y billetera”. Como muchos, ha cuestionado la propuesta del mal llamado Pacto de Mayo, señalando sus reclamos hacia los 10 puntos que propone dicho “pacto”. Además, Sáenz ha destacado que la reunión del viernes es el punto de partida para rediscutir un país federal, planteando interrogantes sobre cómo afectaría a las comunidades originarias de Salta.
Entre las declaraciones más relevantes de Saenz de los últimos tiempos están las icónicas: “Acá hay gauchos que no se arrodillan ante nadie”, “Una cosa es servir y ser útiles (…) y otra es ser serviles” y “Desde hace días vengo planteando la necesidad de un gran acuerdo nacional y mirar hacia adelante”
El Pacto de Mayo es una propuesta que busca establecer las políticas de Estado para, como dice Milei “abandonar la senda del fracaso y abrazar ideas de libertad”. Este tiene como objetivo fundamental sacar adelante la base política que necesita Milei para cumplir con sus acreedores políticos, que no son los argentinos de a pie. La firma de este pacto está prevista para el 25 de mayo de este año en la provincia de Córdoba.
Para quienes se hayan perdido la cadena nacional el presidente enfatizó en estas 10 políticas de Estado que se establecerán en el Pacto de Mayo:
La inviolabilidad de la propiedad privada, como si Argentina fuera una hecatombe socialista. El equilibrio fiscal innegociable, después de un recorte doble, por devaluación y por recorte general. La reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del Producto Interno Bruto, más de lo mismo. Una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, la típica promesa para los descabezados que aún creen en la liberalización como solución en la argentina monopólica. Una reforma previsional que dé sustentabilidad al sistema y respete a quienes aportaron. Y le suma que se debe Permitir a quienes prefieran, suscribir a un sistema privado de jubilación, lo que ya sabemos, significa abrir la puerta de nuevo a las AFJPs. Establecer un nuevo pacto fiscal, a pesar de ya haber aplicado un recorte en torno al 15% del PBI. Aprobar la Ley de Bases, que es ni más ni menos que las facultades delegadas. Impulsar un paquete de leyes “anti casta”, traducido a más recortes y tercerizaciones en el Estado. Y por último, repite, Firmar un nuevo contrato social sujeto a la aprobación de la Ley de Bases y un nuevo Pacto Fiscal.
Se espera que estas 10 políticas de Estado que impone Milei en el Pacto de Mayo sean implementadas a través de un proceso que involucrará la firma de un “nuevo contrato social” con gobernadores, ex presidentes y líderes políticos, sujeto a la aprobación de la Ley de Bases y un nuevo Pacto Fiscal, siempre en lo posible, saltándose El Congreso. Termina siendo una mentira que para llevar a cabo estas políticas, se requerirá un debate y consenso entre las diferentes fuerzas políticas y actores involucrados, todo partiendo de una premisa falsa, el consenso.
Salta si le puso voluntad
El gobierno de Salta ha tomado diversas medidas para hacer frente al recorte nacional, entre las cuales se destacan:
Suspensión de todas las licitaciones durante seis meses, con excepción de aquellas obras que ya se han iniciado y las relacionadas con el mantenimiento de infraestructura y servicios.
Creación de una unidad de revisión de contratos para renegociar contrataciones realizadas en moneda extranjera a moneda nacional.
Suspensión de la asistencia financiera a los municipios, salvo en casos debidamente justificados e imprescindibles.
Envío de distintos proyectos legislativos, incluyendo la prórroga del Presupuesto 2023 para mantener el equilibrio fiscal y económico en la provincia.
El recorte nacional ha impactado de lleno en todas las esferas públicas de la provincia de Salta, con una reducción superior al 20% de los recursos provenientes del gobierno central. Salta es la segunda provincia más afectada por estos recortes en las transferencias realizadas por Milei. El ajuste más sensible se viene dando desde fines de diciembre de 2023 cuando cientos de salteños vieron rescindidos sus contratos de locación de servicios, la manera más austera y precarizada de contratar.
El gobierno provincial ha tomado medidas para “mantener el equilibrio fiscal y económico” declaró el ministro Dib Ashur, como la suspensión de licitaciones de obras públicas, compras y contrataciones y la adopción de acciones para sostener el progreso y crecimiento de Salta, como el inicio de conversaciones con multinacionales que provean financiamiento a corto y mediano plazo. Informes de la CEPA estiman que Salta podría perder alrededor de 120 mil millones de pesos en fondos a lo largo del año debido a estos recortes, lo que se traduce en baja de calidad en los servicios públicos, ajuste, sueldos a la baja y congelamiento de presupuestos.
La última iniciativa de cobrarle la salud a los extranjeros no es más que una jugada per la galerie, ya que no representa un ingreso sustancioso para las cajas de la salud, y se suma a ello, que ya se han diezmado los servicios de salud como las cirugías programadas, la baja en la calidad de productos que requiere el servicio de salud, como también la prohibición de dar más horas extra de las que se estrictamente se requieran.
Si hay que reconocer, es la profunda y sostenida vocación de ajustar a las provincias, esta viene siendo una política de Estado innegociable que tiene un solo destino y que en algún punto, Milei tensa sin miedo a romper. Para complicar más el estado de situación, desde provincia aceptaron que las negociaciones desde enero dejaron de ser la conquista de más recursos para Salta y pasaron a ser una suerte de pedidos de indultos “para no recortar más”.