Héctor Chibán, presidente del Comité Capital de la UCR, fue denunciado por amenazas y maltratos por la presidenta de una Fundación. El funcionario lo niega aunque carga con un historial de destrato en programas periodísticos. (Federico Anzardi)
El presidente del Comité Capital de la Unión Cívica Radical de Salta, Héctor Martín Chibán, fue denunciado en la Comisaría Primera junto a otras dos empleadas de la oficina salteña de la Gerencia del Empleo y Capacitación Laboral del Ministerio de Trabajo de la Nación (GECAL) por maltrato y amenazas.
Chibán, gerente de Empleo del Ministerio de Trabajo de la Nación en Salta, fue denunciado el 7 de septiembre por Mariana Mendoza, presidenta de la Fundación Corazón y Esfuerzo, tras una reunión que culminó a los gritos y con acusaciones mutuas.
“Desde el mes de febrero que vengo sufriendo violencia institucional por parte de los empleados de la GECAL Salta. Desde entonces vengo con una serie de inconvenientes con dos empleadas que trabajan allí”, explica Mendoza, y relata que a pesar de los pedidos de audiencia, Chibán nunca la recibió hasta esta semana.
A mediados de febrero, Mendoza viajó a Buenos Aires para dialogar directamente con funcionarios de Nación. Allí consiguió destrabar los pagos que estaban paralizados desde abril de 2015. Recibió los fondos en mayo pasado. Además, consiguió la autorización para realizar siete proyectos a partir de abril de este año. Corazón y Esfuerzo brinda capacitaciones, asesoría legal, apoyo psicológico y psicopedagógico a vecinos de barrio San Ignacio, San Benito, Fraternidad, Convivencia y Gauchito Gil.
La mujer cuenta que las dos empleadas de la GECAL de Salta frenaron sus proyectos y continuaron con los maltratos durante todo el año. Asegura que la oficina salteña constantemente pone palos en la rueda de la fundación y le impide recibir el dinero destinado a trabajadores y alumnos beneficiados. Habla de inspecciones irregulares que derivaron en observaciones graves que no son tal.
Mendoza asegura que desde febrero viajó en reiteradas oportunidades a Buenos Aires para intentar destrabar la situación. En una de las reuniones más recientes consiguió una audiencia con el secretario de Empleo de la Nación, Miguel Ángel Ponte.
“A la fundación hay que mantenerla todos los días. Los fondos de abril del año pasado los giraron en mayo de este año. ¿Pero mientras tanto qué? Nosotros desde noviembre del año pasado, o cerrábamos la fundación o buscábamos una respuesta, porque hay gente que trabaja ahí y que hay que pagarle. Empezamos a cobrar un bono contribución y así pudimos afrontar mínimos gastos de enero y febrero”, explica Mendoza.
“Le comento esto al secretario Ponte y me dice ‘bueno, vamos a ver lo que pasa’. Le pide a su secretaría que lo comunique con Chibán. Pone el altavoz y le dice ‘¿Qué pasa, Martín, con la Fundación Corazón y Esfuerzo?’, y Chibán, en vez de decirle ‘no la conozco’, porque en realidad él a mí no me conoce, dice ‘la presidenta de la fundación es una atorranta y delincuente’. Y el secretario le decía ‘pero pará, la gente está acá’. Y él seguía hablando: ‘Hay denuncias contra la fundación’. ‘Si hay denuncias, escaneámelas y mandamelas’. ‘No, es que mañana van a ir los alumnos a hacer la denuncia’. ‘Entonces no hay denuncia, Martín. Mandame las denuncias si realmente las hay’. Se cortó la comunicación y el secretario me dice ‘va a tener que aprender a tomar amargo y escupir dulce’”, concluye.
La hecatombe
Chibán y Mendoza finalmente se reunieron el miércoles 7 de septiembre. Los dos estaban acompañados por otros funcionarios de la GECAL, entre ellos, las empleadas cuestionadas. Mendoza recuerda que en la reunión, de casi una hora de duración, le aseguró a Chibán que todos los problemas eran originados por el equipo técnico que lo rodeaba. Al final del encuentro, tras repasar los inconvenientes surgidos en estos meses, la situación derivó en un griterío. Comenzó cuando Mendoza tocó el tema de los maltratos.
“Señora, yo quiero decirle una cosa: estas dos personas que están acá son dos personas de lujo. Y no le voy a permitir bajo ningún aspecto que destrate a estas dos personas y que me pida que las excluya del programa”, dijo Chibán en la reunión, según un audio al que accedió Cuarto Poder.
La frase desató el primer intercambio de gritos entre ambos. Mendoza no se anduvo con chiquitas y acusó a Chibán de faltarle el respeto y de haberse dejado llevar por los rumores impuestos por las dos empleadas. Los gritos siguieron. Mendoza se negó a firmar el acta y Chibán la acusó de “embarrar” la situación. El siguiente fragmento entre ambos es imperdible:
– ¡Esto demuestra de que ha venido a embarrar, a embarrar, a embarrar la situación!
– ¡No vine a embarrar! ¡No sea tan pollerudo! Sabe perfectamente que me faltó el respeto. Se dejó llevar…
– La invito a terminar el acto.
– …y el licenciado Ponte le dijo “a mí traeme pruebas”. ¿Dónde están las pruebas?
– Yo no le falté el respeto.
– Usted me dijo atorranta.
– En ningún momento dije…
– ¡Sí lo dijo! ¡Sí lo dijo!
– En ningún momento…
– Sí lo dijo.
– Señora, señora, en comunicaciones privadas, lo que yo pueda decir está amparado por el derecho a la privacidad.
“Me indigné ante la actitud soberbia y mentirosa”, dice. “O sea que puede ir a ensuciar mi nombre y acá no pasó nada”, se indigna Mendoza, y asegura que Chibán quiso agredirla físicamente pero un allegado lo contuvo. “Me quiso pegar. Uno de los de su entorno le agarró la mano”, expresó. “Estábamos a setenta centímetros. Si el otro no lo agarraba me pegaba. Yo estaba esperando esa reacción”, dice.
En el audio de la discusión no se perciben diálogos que sugieran un intento de agresión física. Sin embargo, Mendoza lo asegura en la entrevista, tal como lo realizó en la denuncia policial.
El descargo
Desde su despacho en la GECAL Salta, Chibán niega todo tipo de ensañamiento con Mariana Mendoza y con la Fundación. “Todos los proyectos que (Mendoza) ha presentado en GECAL que fueron rechazados lo fueron porque estaban mal presentados. Se le requirió que corrigiese las observaciones y no lo hizo. Y esas mismas observaciones fueron ratificadas por el Ministerio de Trabajo de la Nación”, expresa.
“Estamos ante una persona reticente que estaba acostumbrada a hacer lo que quería, presentaba cualquier tipo de proyectos y el ministro (Carlos) Tomada se los aprobaba. Este gobierno se ajusta a la ley y la señora Mendoza es reticente a las normas legales”, continúa.
Chibán asegura que posee “graves denuncias de beneficiarios de programas de GECAL” en contra de Mendoza. Explica que la mujer “estaría cobrando cuotas a los beneficiarios de dicho programa cuando eso está expresamente prohibido por la ley”. Agrega que por el momento prefiere no hacer públicas las denuncias.
“Esto está en conocimiento del nivel central de Buenos Aires. A pesar de eso, me pidieron que la recibiera, lo cual hice el 7 de septiembre”, continúa. “Al finalizar el acto, esta señora provocó a dos técnicos de GECAL a la discusión en orden a no concluir con el acuerdo que se estaba celebrando, lo cual demuestra cabalmente la temeridad y mala fe en el obrar de esta persona”, explica.
Respecto al incidente, Chibán asegura: “Ella empieza a maltratar, y no es la primera vez, a estas dos chicas, que son las que le corrigen el programa. Las maltrató antes, hace tres o cuatro semanas. Y en esta reunión las empieza a maltratar de nuevo. Me dice que soy un pollerudo por defender gente que es mentirosa. Está grabado y todo está en Buenos Aires”.
Antes de continuar, Chibán pide que no se haga “amarillismo” de la situación, porque es una cosa seria. Luego asegura que Mendoza “tiene algún problema psicológico porque la reunión venía de diez hasta que fui al baño y las empezó a maltratar” a las empleadas.
Chibán asegura no recordar haber calificado a Mendoza como “atorranta” delante del secretario de Empleo, y repite algo que ya había mencionado en la reunión: “Las conversaciones que yo tenga con otras personas quedan dentro del ámbito privado. Y niego haberlo dicho. Lo que dije es que es una persona que tiene terribles irregularidades”.
Luego, el funcionario asegura que lo que sí puede mostrar es “la reacción por escrito” de un funcionario de Nación (no menciona su nombre) acerca de las supuestas irregularidades de Mendoza. Pero se excusa cuando se le pide observarlas para confirmarlo.
Entonces Chibán asegura “esta mujer no entiende que las reglas del juego cambiaron”. Que las nuevas reglas implican cumplir la ley, no cometer irregularidades. Dice que “ya no es vale todo”.
El radical por Twitter muere
A pesar de que niega haberla pronunciado delante del secretario de Empleo, la palabra “atorrante” figura en el vocabulario de Chibán. La utilizó con frecuencia en su cuenta de Twitter, plagada de exabruptos contra funcionarios y militantes kirchneristas.
«En @LibertosTv, @VillazonSalta defendía a todos los atorrantes K. Cuando le dije que tenía una moral bastante liviana, me insultó», escribió el 29 de agosto, haciendo referencia a la fuerte discusión (otra más) que mantuvo con el periodista Jorge Villazón en el programa televisivo Libertos. El 26 de agosto retuiteó un tuit en contra de Urtubey y escribió: «Desopilante, vergonzante y atorrante!». El 16 de agosto, retuiteó una publicación del ex ministro de Economía Axel Kicillof y escribió: «Antes de cederles la palabra a estos atorrantes, deberían hacerlos pedir perdón al pueblo argentino». Dos días antes, el 14 de agosto, Chibán tuiteó: «Los tweets del atorrante @JulioDeVido son un prefacio de lo que serán sus olimpíadas por tribunales: negativas, explicaciones, aclaraciones»
No es la primera vez que un radical aliado a Miguel Nanni comete exabruptos por red social. Ya había ocurrido con Alejandro Fayón, que en abril había catalogado a los estudiantes de la UNSa que competían contra Franja Morada como “tragadores de semen”.
Un miembro de otra fundación que fue consultado para este artículo, aseguró que las trabas por parte de la GECAL que lidera Chibán son reales. Las adjudica a un problema político, de rivalidad K/Anti K. “A los que estuvieron con el otro gobierno no se les da nada”, explica. “No entienden que es institucional. Pero no podemos acceder a ningún tipo proyecto si no estamos con el gobierno.
Consultado sobre esta situación, Chibán negó tener problemas con otras fundaciones. La historia promete continuar.