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La escuela secundaria no contiene a la juventud salteña

 

La pandemia llevó a que la mitad de los jóvenes en edad escolar abandonarán sus trayectorias educativas según la información del ministerio de educación de la provincia de Salta a través de su ministro, Matías Cánepa en una reunión que mantuvo en el Senado.(Guadalupe Macedo)

Según el balance que se realizó por parte del equipo del Programa Puentes de Acompañamiento para la Revinculación, desde abril de este año 8.397 estudiantes del nivel secundario se desvincularon del sistema educativo en la provincia de Salta. En la actualidad de ese número de estudiantes por la implementación de un abordaje territorial se logró que 4.498 vuelvan a la escolaridad.

Las causas de la deserción

Según la Licenciada Cintia Ortega, becaria Doctoral CONICET (CIITED- UNJU) quien se encarga de estudiar la temática de juventud, desigualdades tecnológicas en Salta afirma que:   “hay que mirar la deserción desde un marco general de desigualdad que atraviesa la provincia, según un reciente estudio del IELDE (Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico) de la Facultad de Ciencias Económicas Jurídicas y Sociales de la UNSa existen 800 mil salteños bajo la línea de pobreza”.

Este dato nos leva a ver que mucho de los jóvenes que atraviesan el sistema escolar se encuentran viviendo marginalidades que se potenciaron en la pandemia y provocaron una mayor deserción.

De acuerdo con los datos que dio a conocer el ministro de Educación, Matías Cánepa  en una reunión que mantuvo en el Senado, el grado de deserción escolar en el nivel secundario de la provincia es del 50%, lo que hace pensar en las complicaciones que esto tendrá a futuro en los estudiantes.

“La suspensión de las actividades presenciales por la pandemia mundial llevó a que las actividades de la escuela secundaria muden al sistema virtual. La deserción  escolar es muy compleja” analiza Dra. María Rosa Chachagua, becaria posdoctoral de CONICET y profesora de la UNSA quien indaga sobre TIC, escuelas secundarias y ruralidades.  Las causas de la deserción escolar se produjo por la falta de capacidades para continuar con los procesos de aprendizaje y enseñanza de los estudiantes especialmente de los más vulnerables. Agrega que “El abandono escolar en la pandemia se dio en la capital como en el interior. En el caso de Salta tenemos diversas complejidades. En el interior tenemos la dificultad que no hay una gran oferta de acceso a internet como lo hay en la ciudad donde uno puede elegir entre muchas opciones que siguen siendo comerciales y privadas. No todas las conectividades no tiene buen internet”.

Según María Rosa las principales desigualdades que llevaron a que los estudiantes dejaran la escuela “tiene que ver con la falta de acceso a las TIC, los dispositivos y a internet. También por la compleja situación socioeconómica de las familias que en muchos casos implicó que los adolescentes salieran a trabajar”.

Según la Lic. Ortega “En este contexto, las causas de deserción puede devenir en múltiples causantes. En la pandemia la inestabilidad laboral e incertidumbre para las familias de sectores populares fue angustiante, de aquí que esto también haya influido en las juventudes que realizan trabajos de manera esporádica o en condiciones de precariedad”.

Otro de los datos alarmantes y que repercutió en la escuela secundaria fue la exclusión que vivieron los estudiantes en la inaccesibilidad de dispositivos y servicio de internet para la modalidad educativa virtual que dispuso el ministerio de Educación. Según un estudio de Argentinos por la Educación en 2020 lxs jóvenes salteñxs lideraron en el país (con el 29,7%) el ranking de lxs más perjudicadxs para estudiar y conectarse”.

La educación no responde a las necesidades de los jóvenes

El sistema educativo a pesar de haber vivido un deterioro por la pandemia, se encuentra atravesado por problemáticas anteriores, ya que no da respuesta a las necesidades de los jóvenes. “Podríamos decir en primer lugar, existe cierta distancia de una educación tradicional con jóvenes que son de este tiempo. Uno traspasado por el consumo y acceso a la cultura mediática y digital de otra manera. Pareciera que quienes trabajamos en la escuela estuviéramos desatendiendo a las particularidades de las juventudes actuales, no mirando aquellas cosas que si los motivan o interpelan” reflexiona Ortega.

La escuela secundaria está “atravesada por las complejidades familiares y sociales que atraviesan a los jóvenes, teniendo que resolver muchas situaciones que deben ser respondidas por otros organismos sociales: entre ellos, abusos, violencia intrafamiliar, consumo problemático de drogas, etc.” describe Ortega.

“Los docentes y los directivos realizaron grandes esfuerzos para mantener las trayectorias educativas. Las mujeres hicieron grandes esfuerzos, ya que tenían también que ocuparse de sus hogares y la multiplicidad de cargas que se le puso en la pandemia a las mujeres. Hubo múltiples opciones para mantener el contacto, WhatsApp, Facebook, Classroom. Se enviaron cartillas materiales impresos para quienes no podían acceder a internet, se activó la radio escolar y la radio privada también donde no se podía llegar como espacios como la ruralidad. Hubo muchos esfuerzos individuales como colectivos que son importantes  y necesarios, pero también hay que señalar que hay que exigir otro tipo de políticas que acompañe la retenencia y la permanencia  y sobre todo que pueda ver que paso con todos los estudiantes que quedaron afuera del sistema que se atrasaron por diversos motivos y quienes no pudieron volver al sistema” concluye Chachagua.