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La cana ataca de nuevo

La violencia en la fuerza policial parece no ser únicamente una característica masculina. Dos féminas de azul molieron a golpes a una joven el fin de semana pasado. La chica tiene la cadera rota y se encuentra postrada en el hospital.

Pasaron varias semanas, tal vez un par de meses, sin que sean noticias los policías y sus abusos de poder. No porque dejaran de suceder, sino porque son hechos tan cotidianos que ahora es necesaria una situación extrema para que sea noticia. Como sucedió el fin de semana pasado cuando una joven, de apellido Olivera, circulaba por Ciudad del Milagro y tuvo un encuentro desafortunado con la ley.

“El viernes iba caminando frente a la comisaría, cuando vi a una chica muy parecida a una que me robó el celular hace días. La increpé y como no era ella me quise ir, pero apareció la policía y me tiraron al suelo, me querían esposar y me doblaron con tanta fuerza que me quebraron. No me podía parar y comenzaron a golpearme, me arrastraban de los pelos y de los brazos, mientras me insultaban de la peor forma”, relató la joven de 20 años.

Luego de esto fue trasladada hasta el nosocomio, donde al darse cuenta del estado en el que estaba luego de los golpes recibidos, los policías decidieron retirarse alegando que ya no se encontraba detenida.

La joven se comunicó con diferentes medios el sábado, cuando ya se encontraba internada en el San Bernardo, desde ahí solicitaba la presencia de la policía para que le tomen la denuncia, porque en su estado se hace difícil que ella pueda ir hasta alguna comisaría. El problema reside en este punto, si no realiza la denuncia el hecho puede quedar en la nada. “Aquellas mujeres que la torturaron después de haberle quebrado la cadera y pretendieron a golpes que la víctima se pare y los acompañe caminando por resistencia a la autoridad. El caso es demasiado grave para que pase desapercibido. Hay una clara maniobra de elusión de responsabilidades y denegación de justicia”, dijo el abogado de la muchacha, y más adelante agregó “Lamentablemente, si no le reciben la denuncia por la brutalidad policial, a futuro no habrá justicia para la víctima. Esperamos mucho más que un tiempo prudencial para que los fiscales actúen aunque más no sea de oficio, ya que la policía demostró que no tenía intenciones de recepcionarle la queja penal a Norma Rosa Olivera”.