Según un informe de ASAP, en los primeros seis meses del año el Gobierno gastó el 40% de los recursos. A esta altura se tiene el dato de que se ha gastado 0 puntos porcentuales menos de lo que es la ejecución promedio normal de la última década. Si hay algo que puede explicar los seis meses de superávit fiscal que ha logrado el Gobierno, es que viene subejecutando el presupuesto en 10 puntos, respecto del promedio de los últimos 10 años.
Lo que ocurre es que frecuentemente es que hacia junio los diferentes gobiernos llevan gastadas la mitad de las partidas disponibles. Pero en 2024 ese nivel llegó al 40%.
Los datos corresponden a un informe elaborado por la Asociación Argentina del Presupuesto y la Administración Financiera Pública (ASAP) a los que hay que agregar que del total de erogaciones devengadas el Gobierno ha postergado el pago del 9%. Es decir, que está gastando menos y sobre eso está postergando cancelaciones, aunque en ese último ítem está dentro de los parámetros históricos.
El informe señala que durante el primer semestre del año, la Administración Pública Nacional (APN) devenga un gasto total de $38,6 millones con lo cual había alcanzado hasta ese momento una ejecución del 68,3% en función de los créditos vigentes hasta el 30 de junio, que eran de $55,12 millones.
Entre enero y junio el presupuesto fue ampliado de manera significativa a través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) N°280/2024 en marzo y, en menor medida durante mayo y junio, por medio de las Decisiones Administrativas (DA) N°284/2024 y 470/2024, respectivamente.
Tiempo después el Gobierno sancionó el DNU N° 594/2024, el cual autorizó un incremento de gastos por un total de $38,8 billones, lo que implicó un aumento del 70,5%, hasta los $94 billones, que es el vigente y el cual se cree que no será modificado sustancialmente hasta fin de año.
“Este decreto amplió de manera muy significativa el crédito presupuestario vigente para el año 2024, por lo que si se considera el nuevo nivel de autorizaciones, el gasto devengado al 30 de junio implica un nivel de ejecución del 40% del crédito ampliado”, dice ASAP.
El informe agrega que si se tiene en cuenta el porcentaje promedio de ejecución acumulada hasta junio de los últimos 10 años (49,4%), “se observa que tras la implementación del DNU, el nivel de ejecución se sitúa casi 10 puntos por debajo de este promedio”.
“Esta relación, combinado con un contexto de desaceleración inflacionaria, sugiere que es posible que no se implementen nuevas ampliaciones presupuestarias significativas del presupuesto global en lo que queda del año”, afirmó ASAP.