Ya pasó una semana y a estas alturas la versión del intendente Villalba sobre el allanamiento al cabaret donde lo encontraron debería ser un poco más firme; pero no, hace aguas por todas partes. La culpa, como siempre, es de los otros.
Esgrimiendo el papel de víctima de las circunstancias políticas, y sus actuantes, que quieren hacer leña del árbol caído, el intendente de Salvador Mazza, Carlos Villalba, se refirió a los hechos que los involucran con una red de trata de personas luego de que la semana pasada fuera encontrado en una conocido cabaret de la capital: “No me arrepiento en absoluto porque no hice nada. Porque yo creo que yo debo rendir cuentas a mi pueblo que es el que me debe juzgar” dijo en una entrevista para el programa La Otra Campana.
Como si todo hubiera sido una mala jugada del destino, que lo puso en ese lugar equivocado en el momento equivocado, el intendente partuzero intentó explicar las condiciones que llevaron la exposición a nivel nacional de su caso. “En la Justicia no hay absolutamente nada. No hay absolutamente ninguna denuncia porque yo no estoy involucrado en esto. Se supone que si yo estaba mínimamente involucrado en algo como esto, estaría preso con toda la otra gente que quedó detenida por la investigación”. Pero lo que no explica, en estas circunstancias es que el operativo, en realidad se supo luego, no estaba dirigido explícitamente a desbaratar una red de trata de personas, sino por las irregularidades que encontró Afip en los distintos locales comerciales.
Al respecto de la intervención del municipio aprobada el pasado martes en la cámara baja, indicó que “los diputados me acusaron, me juzgaron y me condenaron pero ¿por qué? ¿Con qué pruebas? Se basaron en todo lo que escucharon, lo que escribieron en los medios de comunicación” para luego complementar con el supuesto que “en la justicia no hay absolutamente nada. No hay absolutamente ninguna denuncia porque yo no estoy involucrado en esto (trata de personas). Se supone que si yo estaba mínimamente involucrado en algo como esto, estaría preso con toda la otra gente que quedó detenida por la investigación. Yo en ningún momento negué que sea el intendente de Salvador Mazza y hasta dijeron que yo gritaba que soy el intendente. No es verdad, es la fuerza de seguridad y estaban haciendo su trabajo”.
La versión de Villalba del allanamiento dice que él estaba sentado en una mesa tomando algo y no encerrado en un armario en pelotas, pero bueno, esto es lo de menos, porque según la versión “oficial” del intendente ese era un lugar de familia, y como aseguró más adelante: “no tengo la menor idea de que a donde fui es un prostíbulo. Yo fui a un domicilio particular simple y llanamente. No vi nada raro. Yo vi una mesa común, de cocina. ¿No lo pueden ir a ver dónde es para que sepan realmente lo que yo estoy diciendo? Incluso en la tapa del diario hay una foto donde se ve una puerta de chapa en la entrada de un garaje, por donde salimos (cuando se hizo el operativo)”.