Después de cerca de 50 testigos y nueve audiencias, la representante del Ministerio Público Fiscal consideró que las “revisaciones” que realizaba el cura eran con fines “lujuriosos y libidinosos para satisfacer a su apetencia sexual”. Por Andrea Sztychmasjter.

La fiscala penal Verónica Simensen de Bielke realizó un recorrido pormenorizado de las denuncias que efectuaran lxs sobrevivientes contra el sacerdote Agustín Rosa Torino, aun hoy sacerdote. Consideró que el religioso atacó la integridad de lxs denunciantes y lo acusó de abuso de poder y de manipulación de la conciencia.

Antes de comenzar su alegato la fiscala señaló que era preciso que el Tribunal de juicio tenga en cuenta dos consideraciones ante el juzgamiento de los hechos. Así fue que solicitó que al momento de tomar la decisión se tenga en cuenta que no se trata de hechos de abusos de delitos contra la integridad sexual en situaciones comunes sino en circunstancias de una Congregación religiosa que profesaba la fe en dios y que para los cristianos forma parte de los principios teologales. “Este instituto profesaba como espiritualidad el ser discípulos de Jesús”, precisó “tal como lo manifestó el acusado”, señaló.

Por otro lado, la representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) solicitó que los delitos que denunció la ex monja Valeria Zarza sean tomados dentro de los estándares de prevención de violencia contra las mujeres y dentro de la perspectiva de género, que debe velar por la integridad física y psíquica. Solicitó que el tribunal tenga un enfoque interseccional del abordaje y perfil de la víctima, pues estos perfiles son muy difíciles de homogeneizar.

De Bielke denunció que el cura “Lo coaccionó (a uno de los denunciantes) para que escriba sus votos perpetuos”, pese a que el joven ya había pedido salir de la Congregación. Denunció que el fundador utilizaba modalidades diversas para retenerlo como el traslado a otras casas en diferentes ciudades mientras siguió vulnerando su integridad.

La fiscala sostuvo que de acuerdo a todo lo expuesto en las audiencias los hechos que fueron denunciados y los abusos varios efectuados por Rosa Torino, sí ocurrieron.  Detalló que los jóvenes denunciantes tiempo después pudieron darse cuenta de la gravedad de los hechos y las supuestas “revisaciones”, “tocamientos” y “palpitaciones” y que “eran actos invasivos hacia su integridad”.

La representante del MPF citó además los informes psicológicos realizados por profesionales a los denunciantes y describió que los caracterizan como personas sin signos de fabulación o confabulación, contradicciones ni mentiras y que sí mostraron indicios de haber tenido abusos.

“Todos los jóvenes que eran señalados como conflictuados eran derivados a hacer terapia con la Licenciada Naranjo”, señaló.

Sobre las denuncias que realizó la ex monja V. Z, la fiscala describió que la denunciante narró que rezaba para que el cura no la tocara o le realizara chistes de carácter sexual: “Eran constantes las groserías”. “Chirlos en la cola la rozaba con sus partes íntimas, cuando ella le expresa esas situaciones que no le agradaban, cesaban y después volvían. El decía que había tenido un mal día y el demonio lo atacaba. Después decidieron mandarla a México”, detalló la fiscala y citó a una de las profesionales que mencionó que “Cada uno puede defenderse cuando puede”, al recordar que después de un tiempo recién pudo salir de ese lugar.

“Hubo inacción en relación a denuncias de abusos” que ya se conocían en la Congregación, describió la fiscala respecto a que Rosa Torino supo de situaciones de abusos dentro de su Instituto, pero no hizo nada.

La fiscala se refirió también al mal accionar de la psicóloga de la Congregación, Eleonora Naranjo: “Le quitaron apostolados, le quitaron los oficios, ya no podía ir a los encuentros, siempre sosteniendo que ella estaba enferma. Ella no eligió hacer terapia, la mandaron a hacer terapia. La licenciada Naranjo ante los problemas para dormir la mandó a un médico clínico que era el doctor Nuñez, su cuñado, y le recomendó clonazepam y sertralina. Ahí Valeria fue controlada cuando fue enviada a una de las casas”, describió y denunció que “No consta en el legajo que le recetaron esto”.

Modus operandi religioso

La fiscalía señaló que, si bien las denuncias “Son hechos de muy difícil comprobación, porque no ocurren a la luz del día, a la vista de terceros. Incluso diversos fallos de la Corte de Justicia de Salta hablan de los elementos que se deben tener en cuenta para valorar la prueba y sobre todo de creerla a la víctima”, citó. Agregó que se debe valorar la credibilidad de las víctimas y de los expertos y otra acreditación de la autoría de los hechos denunciados: “los testimonios nos permiten dar cuenta de una sistematización de hechos en contra de la integridad psíquica de los integrantes”, sostuvo. “Tenía un modus operandi con la que actuaba el acusado”, evidenció.

“La primera estrategia era el apartamiento de la familia, la segunda el aislamiento total del mundo exterior, no le permitía confesarse con otro sacerdote, otra era el tema económico fundado en este voto de pobreza, una cosa es la pobreza otra las condiciones inhumanas de vida”, ejemplificó De Bielke.

La fiscala narró otros sucesos especificados por testigos, ex miembros de la Congregación y describió que allí también se trataba la conciencia de las personas, señaló que allí se trabajaba en una conciencia totalmente dependiente, donde Rosa Torino era el único que tenía la verdad y todos debían creerle a él, pues era considerado “un santo”.

La fiscalía señaló que el cura los hacía entrar a una habitación y aprovechando la confianza les decía que se bajaran los pantalones y que esto era para “satisfacer sus impulsos sexuales”. La fiscala puso énfasis en los supuestos votos de castidad que se realizaban en la Congregación y que esto era contrario a todo eso.

“Trabajo psicológico que se les hacía a las víctimas” para retenerlas en la Congregación cuando estas expresaban sus intenciones de irse.

La fiscala hizo mención a un abuso perpetuado en Brasil, denunciado por otro sacerdote de la Congregación, recordó que al declarar éste contó esta situación y dijo haberlo exteriorizado a Rosa Torino y éste solo le respondió que trate de solucionando, no dando la importancia hacia el hecho que le estaba manifestando.

También se refirió a otro ex integrante, se trata del psicólogo Juan Bo oriundo de Buenos Aires. “La defensa lo tiene como el autor intelectual de las denuncias contra Rosa Torino”, refirió y que el sacerdote Dott también fue el instigador.

La Fiscala denunció también que un legajo de uno de los ex integrantes fue fraguado y que otro testigo manifestó miedo y pidió protección para el y su familia hasta que el proceso contra el cura culmine.

Señaló que hubo 10 personas que realizaron denuncias canónicas contra el sacerdote. Y que si tal como lo manifestó en su declaración ayer todo se trata de un complot en su contra, porque el Vaticano decidió suspender al Instituto Hermanos Discípulos de Jesús de San Juan Bautista.

Respeto al testimonio de la Licenciada Eleonora Naranjo, la fiscala refirió que “resulta complejo” hablar de lo declarado por la profesional, pero recordó que junto a su cuñado atendieron a la ex monja.  La fiscala señaló que la profesional tuvo manifestaciones “Bastante humillantes en relación a una mujer” y recordó que la psicóloga negó saber de las situaciones de abusos, pese a que la denunciante recordó que sí se lo había contado. Denunció que no le brindó el acompañamiento de un psiquiatra, como debería haberla derivado. Desmintió que la profesional le haya hecho un acompañamiento posterior tal como lo manifestó en su declaración.

Respecto al nulo acompañamiento que recibió de la profesional otro de los denunciantes, la fiscala señaló: “Se le preguntó en varias oportunidades por qué ella como profesional de la salud mental advirtiendo estos problemas (expresiones de querer quitarse la vida) no tomó medidas. Ella dijo ‘no, sí tomé medidas’, la medida fue asegurar la integridad de la congregación. Y sobre el joven. Bueno no importa porque si se quiere suicidar que lo haga en su casa porque nos puede llegar a salpicar”, ilustró la representante fiscal.

Sobre la personalidad y declaración del sacerdote Rosa Torino, la fiscala hizo hincapié en su personalidad con rasgos psicopáticos y describió que “se la pasó hablando de él”. “Tres veces repitió la palabra súbdito. ¿No eran hermanos?” Se preguntó de Bielke. Se refirió también a la “manipulación de conciencia” que ejercía el cura contra los integrantes “Claramente los abusadores eligen victimas en las que sus palabras tengan eco. El objetivo fundamental de abusador de conciencia es que el ocupa el lugar de dios”.

Los abogados de Rosa Torino señalaron que son “denuncias infundadas”

“Se han pedido 22 años de prisión sin certezas, adivinando un lugar”, señalaron los abogados defensores de Rosa Torino y aseguraron imprecisiones en los relatos de denunciantes.

Los abogados Humberto Oliver y Fabio Núñez, quienes se encuentran a cargo de la defensa del acusado Rosa Torino señalaron que “No cierran los relatos. Estos supuestos tocamientos y revisaciones”.

“Dice la fiscal que estos hechos tenían como objeto satisfacer la libido del sacerdote. Además de no ser cierto no se advierten una intencionalidad en sentido sexual. No fueron ciertos”, manifestó el letrado Fabio Nuñez. “Los relatos son inconsistente, no son coherentes y no son sostenidos”, agregó.