La justicia federal los condenó por narcotráfico y lavado de activos. Sin embargo, con los jueces provinciales, los temidos hermanos logran hacer de las suyas habiéndose postergado por sexta vez el juicio en el que se los acusa de haber mandado matar a la productora rural Liliana Ledesma en 2006. El temor de los jueces los lleva a brindar concesiones inadmisibles a fin de seguir dilatando la comparencia de quienes durante años dominaron un vastísimo territorio a ambos lados de la frontera entre la Argentina y Bolivia.

Los hermanos Delfín Reynaldo Castedo y Raúl Amadeo “Hula” Castedo debían ser juzgados desde el próximo 20 de marzo. Ambos están imputados por los delitos de homicidio calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas y encubrimiento en perjuicio de Liliana del Valle Ledesma, ocurrido en la localidad de Salvador Mazza en el año 2006.El Tribunal integrado por los jueces, Edgardo Laurenci (presidente), Raúl Fernando López y Claudio Alejandro Parisi (vocales) debían escuchar la declaración de 18 testigos.

Sin embargo, nada de esto pasará porque en una decisión inexplicable decidieron suspender el juicio debido a una apelación de la defensa.

Ocurre que el Tribunal de la Sala I de Juicio de Orán, hizo lugar a un pedido de la fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Orán, Claudia Carreras, se realice con la presencia de los imputados de forma remota, empleando el sistema de videoconferencia POLICOM. La fiscal argumentó con buen tino, la falta de infraestructura de seguridad en esa ciudad, requerida en un proceso penal en el que se juzgará a personas que demandan extremar las medidas de seguridad debido a la complejidad de la causa, el traslado y permanencia de los mismos en una ciudad fronteriza de nuestro país.

Es por eso que los jueces hicieron lugar al pedido para que los Castedo no seas trasladados, sino que participen del juicio por vía remota. Allanado el camino, se fijó nueva audiencia para el lunes 20 de marzo. Lo increíble no es que los Castedo insistan con asistir al juicio de manera presencial tal como lo pidió la defensa, sino que el Tribunal haya accedido a suspender el juicio con el argumento de la apelación. Jurídicamente, cualquier planteamiento de la Defensa, siguen la vía recursiva en Casación, y estas disconformidades se resuelven al finalizar el juicio. La decisión tomada, no hace otra cosa que dejar en evidencia el poco entusiasmo de la justicia salteña de enfrentar a quienes han sembrado el terror amparados en el narcotráfico.

Los hermanos Castedo se encuentran detenidos en el Servicio Penitenciario Federal de Ezeiza, a disposición conjunta del Juzgado Federal de Orán y de la Justicia provincial. Para quienes conozcan la zona, saben que tristemente se ha convertido en un reducto del narcotráfico, y que las fuerzas de seguridad de Salta poco podrían hacer para evitar un plan de fuga, de esos que los hermanos Castedo han experimentado anteriormente.