La pandemia parece haber trastocado a muchos. Incluso se ve posteos de dipsómanos pidiendo una ley seca.

Juan Carlos Romero sorprendió a muchos con una columna de opinión contra el autoritarismo. El mismo que modificó la constitución para perpetuarse en el poder, el que ordenó repartir balas contra los piquetes y quien tuvo a un secretario de seguridad que figuraba en el Nunca Más ahora está preocupado por el autoritarismo.

“¿Viene un mundo mejor o un gran hermano?”, fue el título de Romero, quien intentó pensar la postpandemia, expuso sobre las noticias auspiciosas de la pandemia, pero alertó sobre los peligros que traerá el día después si la sociedad no asume los desafíos que implicará sacar el país adelante.

“El virus puede haber sido una gran razón para que algunos gobiernos apelen al ‘todo vale’ y hasta se intente justificar abusos, excesos y errores. Al fin y al cabo, para salvar vidas todo vale. Pero ¿qué harán después?”, se puede leer en la misiva.
Cabe recordar que durante los 12 años de Juanca se torturaba tanto en las comisarías que se tuvo que crear una Alcaidía.
Durante ese mismo gobierno, la poli secuestraba bicis en la calle si no tenías todos los papeles.
Esa misma policía fue la que levantaba al boleo personas bajo la figura de “averiguación de antecedentes” y eso significa estar 24 horas preso.
Sigamos con lo que dice en neo defensor de los valores republicanos:
“ ¿Les quedará el tentador y peligroso sabor a miel del «todo vale»? En el desgarrador escenario que presenta Italia se supo que, al comienzo de la orden de cumplimiento de la cuarentena, un 42% de la población no cumplió esa disposición del Gobierno. ¿Cómo se conoció ese dato, con tanta exactitud? Fácil: se constató que esa cantidad de ciudadanos se movieron de sus hogares porque se movieron sus teléfonos celulares. Con la excusa de la inteligencia artificial, España también avanzó en Valencia con un proyecto de investigación sobre la movilidad de la población. Todo con el mismo método”.

Acota: “En tiempos de pandemia, de desesperación, la sociedad necesita disciplinarse; es imprescindible el orden y del cumplimiento de las normas que se establecen. Eso nadie lo puede discutir y todos debemos contribuir con responsabilidad. El riesgo, sobre todo en nuestro país, es la propensión histórica por el autoritarismo. Ya hemos visto a unos gendarmes que fueron sancionados por «bailar» a unos chicos en una calle del conurbano bonaerense; se trata de conductas espontáneas en una cultura propensa a la violencia y al desapego a la ley”.
Bla, bla, bla. Romero ahora reniega del autoritarismo sólo porque no lo puede ejercer él.