Vivían en su casa hace 60 años pero la justicia decidió entregar el terreno a una familia poderosa con vínculos políticos. (Claudia Alvarez Ferreya)

Según afirma la familia Sánchez hace alrededor de 60 años se fueron a vivir al lote de calle Lavalle 260 en Joaquín V. González.  El terreno habría sido cedido a su abuela y luego al padre que falleció hace un año, el sr. Castro Sánchez, allí nacieron sus hijos/as hoy despojados de la vivienda que construyeron con años de trabajo y esfuerzo.  El poder judicial resolvió a favor de quien más tiene, negándoles primero la demanda por “prescripción adquisitiva del dominio o posesión veinteañal y luego entregándole la propiedad a Roxana Ferro Podestá quien se presentó reclamándola con boletas de compra- venta e inició un juicio de desalojo.

Roxana Ferro Podestá es parte de una familia poderosa.  Hija de un ex intendente de General Pizarro.  Fue secretaria del ex vicegobernador Walter Wayar, candidata a diputada por Anta en 2009. Son de público conocimiento sus fuertes vínculos políticos y judiciales. Una familia allegada también a Pedro “Tito” Sandez, político con peso en la zona y es vox populi, además de motivo de varias notas periodísticas, que tiene influencias en la justicia. Esta mujer es la que con el patrocino legal del abogado Diego Protti pidió el desalojo de la familia Sánchez.

La familia Sánchez en el otro extremo de las desigualdades sociales, una familia humilde, que vivía en una casilla de madera hasta que lograron construir una casa de material con mucho esfuerzo. Desconocen de leyes, con baja escolaridad, no supieron defenderse. Por lo que se escucha en el relato de las hermanas a las que entrevistamos permanecieron ajenas al proceso judicial, sin acceso a la información necesaria y pertinente.

Una fuente especializada a la que consultó este medio sostuvo que en el caso se observa una mala praxis judicial en el ejercicio de la defensa de la familia Sánchez donde también la falta de conocimiento en materia de derecho les  jugó en contra.

Un juicio por propiedad veinteañal perdido

El primer juicio de  propiedad veinteañal o de “adquisición de dominio por prescripción” fue iniciado en 2010 por Rafaela Silvina Sánchez (38) a quien el padre le cedió los derechos posesorios. Recayó en el Juzgado de 1era instancia en lo Civil y Comercial, 2da. Nominación del Distrito Judicial Sur – Metán.  La demanda era contra Rubén Parra, el titular registral del terreno, la abogada que representó a la sra  R. S. Sánchez fue la Dra. Elena Sánchez Osadcia, de la Defensoría Civil nro. 1. El juez Teobaldo René Osorez decidió la desestimación y archivo de la causa que  pasó a la cámara de apelaciones en 2016 donde fue rechazada.

Este juicio se perdió con costas para la familia Sánchez aunque no está siendo ejecutado y dos elementos habrían sido relevantes, una denuncia policial a Roxana Ferro Podestá en 2008 y un acta del juez del Paz  Jesús María Veleizán.

 

Demanda de desalojo

Roxana Ferro Podestá demandó en un juicio reivindicativo a  los/as hermanos/as: Rafaela Silvana Sánchez, Natalia Sánchez, Cristian Berón y Romina Berón como “ocupantes” del terreno. La causa se tramitó en el Juzgado Civil, Comercial, Laboral, de Personas y de Familia a cargo de la Dra. Patricia Rahmer en Anta.

Al consultar con la jueza Patricia Rahmer sostuvo  que la familia Sanchez “no contestó la demanda, no se defendieron siquiera. La sentencia se dictó en agosto y después ambas partes firmaron un convenio de desocupación para que se vayan el 26 de diciembre. No sé por qué no contestaron la demanda”

Roxana F. P. tendría boletas de compra venta del terreno a nombre de su padre Osiris Ferro Podestá quien le cedió esa propiedad en 2006. El lote habría pertenecido antes a Ruben Parra, habría sido vendido al Dr. Oscar H. Costas y a su esposa Mary Esther Salvadores,  y  revendido después.  El 15 de enero la jueza Rahmer ordenó que se desocupe la propiedad.

Los abogados a los que recurrió la familia damnificada fueron  en un primer momento Jorge Sánchez y después de la sentencia el  Defensor Civil Virgilio Varela.

Rahmer añadió “es muy común que la gente viva y haga cosas creyendo que es suficiente. Hay que pagar los impuestos, guardar comprobantes, y documentar todo. Yo no vi al juicio de Metán. No sé si hicieron bien o mal, si presentaron pruebas o no pero en el de mi juzgado dejaron que los otros ganen sin siquiera ofrecer pruebas”.

La situación de la familia Sánchez

El Sr Castro Sanchez era analfabeto, murió hace un año. Rafaela Silvana no terminó la primaria, datos que no son menores ya que con casi nulo capital de conocimiento y sin dinero enfrentaron los procesos judiciales. En el medio también se enfermó el esposo, quien falleció hace 3 años. Esa situación impedía que pudieran dedicarse más a seguir los juicios en curso. Además menciona “fue en los peores momentos cuando ellos me empezaron a atacar”.

Las más afectadas son Rafaela Silvina Sanchez y una de sus hermanas, ambas con sus hijas quedaron en la nada. Consiguieron que un empresario y contador, Mario Gerez, les venda un lote financiado pero que no tiene servicios de agua y electricidad, para una conexión precaria necesitan mangueras y cables.  Natalia Sánchez, cuenta que tuvo que presionar al intendente Juan Domingo Aguirre para que les dé una casilla a sus hermanas, donde ahora tendrán que vivir hacinadas, no les pusieron la base, temen que si llueve se les embarre todo. No tienen ni baño, y el lugar es  inundable.

 “Yo soy vendedora ambulante, vivo de un carrito que pecho todos los días mañana y tarde, vendemos panchos, papas y milanesas, de eso me mantengo y a mi hija, no tengo ningún tipo de pensión ni nada”,  relata Silvina.  “Todos los vecinos que hay, personas mayores, saben, nos conocen, nos vieron que nacimos ahí, nos ayudaron siempre, porque siempre fuimos bien humildes. Nos pasaban pan, aceite frito, ropa. Un día llegó la sra Ferro Podestá cuando era chica yo, estaba con mi papá, llegó haciéndose la dueña del terreno. Me ofreció comprarnos una casita  donde nosotras queramos, que busquemos un terrenito para que no estemos así como estábamos, con un buen bañito porque siempre tuvimos uno bien precario en el fondo. Me llevó a la policía, me hizo firmar, nosotros crecimos con mi papá sin estudio, sin nada”. Roxana  Ferro Podestá, de una familia que posee recursos económicos, nunca cumplió con lo que les había ofrecido y los despojó.

Para colaborar se puede donar a R. Silvina Sánchez lo siguiente: Para poner la luz 50m de cable tipo taller 2,4 y manguera 150mt 3/4 para la tirada del agua y todo lo que se pueda donar porque no tienen ni baño.