Por A. Bogado para Cuarto Poder

La tormenta que se abatió sobre Salta el jueves se asemejó a una metáfora: la ira de Dios. O tormenta perfecta. Es que el refrán criollo dice que se puede joder con el gaucho pero no con la alforja.

Pasó de todo del lunes al jueves. Como si hubieran soltado los perros después de la Asamblea Legislativa, fueron a parar al Senado varios pliegos. El de Eduardo “puching ball” Sylvester -aguanta los golpes, lo hacen bailar, pero continúa colgado al saco- nada menos que como Fiscal ante la Corte.

Sobre esto cabe recordar que ningún fiscal, se preocupó por averiguar la gravísima denuncia por escrito de la abogada María Luisa Falconier -reiterada en varias oportunidades- sobre la forma en la que fue seleccionado el exministro en el Consejo de la Magistratura. Tampoco el Senado, por supuesto, pero el papelón judicial fue peor. En la terna de Sylvester, estaban Alejandro Lávaque, primero, y Gabriela Domínguez Segado, segunda. Según la denuncia de Falconier, Sylvester subió en una semana después del examen, del tercer al segundo puesto.

No quedó allí la cosa. En diciembre Lávaque fue nombrado Camarista Civil, con lo cual la terna para Fiscal de Corte se había desintegrado porque solamente quedaban dos ternados: Domínguez Segado y Sylvester. Había que llamar un nuevo concurso. Pero… nadie advirtió ese detalle constitucional.

También fue súbito el ascenso de Maximiliano Troyano, otrora cuestionado Ministro de Seguridad, para luego desempeñarse como oscuro fiscal, con el mérito de no haber investigado nunca nada.

Atrás dejaron a la jueza Claudia Puertas, que tuvo varias actuaciones resonantes y en todo caso contribuía a sostener la carrera judicial. Dicen que había una deuda de honor con la jueza Puertas por haber solucionado pacíficamente el conflicto del Ingenio San Isidro. Todo quedó en zona de promesas, como cantaba Gustavo Cerati.

Otro ascenso inesperado fue el de Silvina Domínguez -exesposa de Armando Catalano- de defensora civil a Camarista, sin entrar a boxes. Más familia para la familia judicial, y van…

Otro motivo para la ira de Dios fue que, hasta el jueves de la tormenta, la lista de adherentes al procurador López Viñals, estaba encabezada de la siguiente forma: primero Marcelo López Arias, segunda Carina Iradi y tercero Abel Cornejo. Mucho más abajo Guillermo Catalano, Teresa Ovejero y Guillermo Posadas. Pero de pronto y como quien no quiere la cosa el viernes, temprano, aparecieron Fabián Vittar y Ernesto Samson, a quien apodaron camaleón (no por el bichito sino por el preservativo). Algunos les cantaban en voz baja: el camaleón mamá, el camaleón, cambia de colores como de calzón.

Abortada la “Operación Nos quedemos para Siempre se inició la “Operación Nos salvemos Como sea”.

El camaleón mamá, el camaleón, cambia los colores con los de Samson. Nuevo hit remasterizado.

Otra y van… Parece que fue una batalla campal la elección de la presidenta del Consejo de la Magistratura. Salió Sandra Bonari, pero no pueden elegir suplente. Aparentemente quería ser Samson y así negociar su continuidad, pero se difirió.  El camaleón mamá… el camaleón.

Ya era medio mucho. Pero todavía quedan sorpresas. Según se sabe en Tribunales, hasta ahora nunca entró a la Mesa de Entradas de la Corte el tan anunciado desistimiento de Edgardo “Gargamel” Albarracín. Nadie sabe dónde está el expediente ni quién lo tiene, cuando todos los salteños deberíamos saber de qué se trata. Cuarto Poder fue el único medio que sospechó y advirtió desde un principio la trampa, otros medios se apresuraron a dar la noticia sin comprobar si el escrito se había presentado realmente. La sospecha no fue en vano: el escrito nunca se presentó y entonces la acción sigue hasta que el cielo se aclare o mejore la meteorología, si hablamos de lo tormentoso del panorama político salteño. Esperan que aclare el cielo.

El viernes siguió lloviendo y nublado con otro pegadizo jingle, al que algún travieso le cambió la letra: Isa gobernador, ahora con Urtubey, si es con Cristina mejor. (Mentira es chiste).