Los uniformados están acusados de recibir sobornos a través de transferencias bancarias.

A pedido del fiscal federal Federico Zurueta, titular del Área de Casos Complejos de la Unidad Fiscal de Jujuy, el juez federal de Garantías N°1 de esa provincia, Eduardo Hansen, hizo ayer lugar a la imputación penal para dos comerciantes y diez gendarmes detenidos el sábado pasado tras una investigación en la que se los acusa de contrabandear indumentaria desde Chile a cambio de coimas de entre 20 mil y 100 mil pesos para los miembros de la fuerza de seguridad federal implicados.

 

En el marco de una audiencia de formalización de la investigación penal, el magistrado también avaló la legalidad de las detenciones, autorizó una serie de pericias y dictó la prisión preventiva de los dos comerciantes, mientras que a los gendarmes les impuso la prohibición de salir del país, el comparendo cada 15 días en una dependencia policial, la promesa de no entorpecer el proceso y la retención de sus documentos de viaje.

 

En los términos requeridos por la fiscalía, el juez dispuso la imputación penal de los comerciantes Luciano Jorge Carabajal y Cristian Ramón Urzagasti, por el delito de contrabando de importación agravado por el número de personas involucradas, la intervención de miembros de fuerzas de seguridad y por el valor de la mercadería, en concurso con cohecho activo y en grado de coautores.

 

En tanto, los gendarmes Osvaldo Alfonso Durán, Gustavo César Aranibar, Yanina Gabriela Báez, Claudio Gabriel Bareiro, Gustavo Celestino Castillo, Ricardo Fernando Gutiérrez, Matías Ezequiel Escalante, Nicolás Alejandro Iznardo, Diego Sebastián Pabloff y José Antonio Pantoja, pertenecientes al Escuadrón 53, fueron imputados por contrabando de importación en concurso con los delitos de incumplimiento de deberes de funcionario público y cohecho pasivo, en calidad de partícipes necesarios.

 

La investigación

 

Al presentar el caso, el fiscal Zurueta y el auxiliar fiscal Federico Casas realizaron una detallada exposición de los hechos y las pruebas reunidas. En principio, dijeron que las detenciones no fueron fortuitas, sino fruto de una investigación iniciada el 22 de mayo de pasado.

 

Explicaron que, en el marco de otra pesquisa con escuchas telefónicas judicializadas, surgió una información que daba cuenta de una modalidad delictiva en los puestos de control de personal de Gendarmería Nacional. Entre otros datos, resaltaba el nombre del imputado Carabajal, quien se dedicaba al contrabando de indumentaria a granel, lo que se consumaba a través del Paso de Jama y con colaboración de gendarmes.

 

En función de ello, la fiscalía dispuso tareas de campo e inteligencia, a través de las cuales se estableció que efectivamente Carabajal, desde mayo de 2022 había iniciado constantes viajes hacia Chile junto a Urzagasti, tanto en un vehículo como una camioneta, en la que trasladaban a este país gran cantidad de mercadería de todo tipo, aunque en su mayoría se trataba de ropa y calzado