El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires confirmó que ni las autoridades ni los ministros se vacunarán en público para promover la campaña de vacunación contra el coronavirus, como sí lo vienen haciendo otros mandatarios.
El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, ya tuvo COVID y cuenta con los anticuerpos necesarios para no contagiarse por el momento.
El argumento utilizado es que la prioridad para recibir las vacunas la tienen los trabajadores de la salud y los adultos mayores. Tampoco se abrió un lugar donde anotarse vía web para recibir las vacunas, como sí ocurrió en la provincia de Buenos Aires.
Dicen que están esperando confirmar la fecha de llegada de los cargamentos de vacunas para personas mayores de 70 años.
Después de las denuncias mediáticas en contra de la vacuna rusa y la denuncia penal de Elisa Carrió, que aseguró que se trata de «envenenamiento», el gobierno de la Ciudad venía manteniendo un bajo perfil con el plan de vacunación. Luego de que Fernán Quirós, dijera que iban a pedir más información sobre los datos técnicos de la vacuna, hubo silencio de radio.
Líderes de todo el mundo se mostraron en el momento de darse la vacuna como una forma de incentivar a la población a sumarse a la campaña de inmunización y no escuchar a los antivacunas, pero los funcionarios porteños no tienen pensado hacerlo en esta primera etapa y tampoco está previsto que lo hagan en público. «No se han vacunado porque en la estrategia fijada por el gobierno nacional establece prioridades que son las que ya estamos implementando. Primero, el personal de salud y luego adultos mayores que estén en riesgo. Después vendrá el resto», se escuchó decir desde su entorno más cercano.
El gobernador correntino, Gustavo Valdés de Juntos por el Cambio, ya se vacunó, con foto y todo. Dijo que lo hacía como «una muestra de que la gente tiene que confiar en la vacuna». De los intendentes de Juntos por el Cambio, algunos siguieron esa misma línea: entre ellos, el de Olavarría, Ezequiel Galli, quien dijo «es muy importante esta vacunación». También el de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel (ex funcionario de Macri), se puso la vacuna el 8 de enero. «Sé que hay dudas en la gente. Por eso me hice un análisis de anticuerpos para saber el antes y después de la vacuna. Confío en nuestros médicos y en los científicos del mundo», dijo.
Hasta ahora, ni el presidente Alberto Fernández, ni el ministro de Salud nacional, Ginés González García, se aplicaron la vacuna. La razón es que no estaba aprobada por la ANMAT para personas mayores de 60 años, pero aseguraron que ni bien lleguen las nuevas partidas ambos procederán a aplicarse la primera dosis, en público para generar confianza en la vacuna.
Hasta ahora, la ciudad de Buenos Aires va vacunando a más de 14 mil personas con la primera dosis de la Sputnik V. Son las personas que están en contacto con los que tienen síntomas de covid-19. Se las fue vacunando en los 37 hospitales, de los cuales 17 son públicos y otros 20, privados. Empezaron por el personal de las Unidades de Terapia Intensiva (UTI) y luego pasaron a las guardias, a los laboratorios que manipulan las muestras de coronavirus y luego a las ambulancias que trasladan enfermas y enfermos.