Alejandro Lerner y Ale Sergi tuvieron una bienvenida poco agradable en suelo salteño. Se detuvieron un momento para comer y seguir camino hacia Bolivia y en ese momento les limpiaron los micros y no con un trapo.
Ambos músicos y sus respectivas comitivas se dirigían a una presentación en Tarija, cuando detuvieron su paso en tierras salteñas para morfar algo en la esquina de Entre Ríos y Vicente López alrededor de la media noche del miércoles.
Fueron, papearon y volvieron a los micros para darse con que algo estaba mal, les habían afanado 40 bolsos con equipos de audio e iluminación, instrumentos, iPods y otros elementos sin siquiera romper ni un solo vidrio.
La velocidad y sutileza de los cacos locales sorprendió hasta a la brigada de investigaciones que quedó en pelotas, con tanta cámara en el centro a lo mucho y pudo dar con un sospechoso que dicen andaba cantando una de Miranda!, pero luego fue puesto en libertad por falta de mérito. Todavía no es un delito cantar canciones de esta banda de pop.
El hecho tuvo repercusión nacional e internacional, puesto que desde el vecino país se escuchan las primeras quejas por la posibilidad de suspender los recitales programados.