Desde el departamento de Infectología del Hospital San Bernardo están preocupados por la situación de la gripe A y B en Salta en cuanto a los casos que resultaron fatales de personas que supuestamente estaban fuera de riesgo. No se puede dar abasto con los insumos clínicos y el número de personas infectadas asciende a más de 25 mil.
Carolina Álvero, jefa del departamento, reflexionó acerca de las fallas del sistema de salud en cuanto a la prevención de la gripe luego de estos últimos meses en los cuales la tos, el dolor de cabeza, los estornudos y la paranoia fueron constantes. Fueron cerca de una veintena de muertes por muertes por los virus H1N1 y H3N2, comúnmente denominados Gripe A y B.
Lo que preocupa a la profesional son los casos en personas jóvenes, si bien según los reportes oficiales, ningún niño murió como consecuencia de la gripe, la cantidad de infectados obliga a un replanteo por parte de las autoridades sanitarias en cuanto a las precauciones que deben tomarse para la prevención de más muertes que si bien no son una novedad (estos tipos de gripe siempre existieron) en los últimos años han cobrado una relevancia paranoide alimentada por los medios y las empresas farmacéuticas.
“Es importante que la población no se alarme, sino que entienda que se deben tomar los recaudos necesarios para evitar contagiar al resto. No es nada del otro mundo lo que ocurre, y los efectos podrían haber sido mayores. Hasta ahora, son 16 los muertos”, Alberto Gerónimo Gentile, coordinador de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Provincia, hace un tiempo atrás.
El 90% de la población de riesgo fue vacunada para evitar que el virus se propagara. Con ello, quedaron cubiertas alrededor de 250.000 personas. Se trata del personal que trabaja en el área de salud, los niños de 6 meses a dos años, y los adultos mayores de 65 años. Este dato puede contrastarse con los dichos del Ministro de Salud, Enrique Heredia, que confirmó que las personas que fallecieron no estaban vacunadas.