Fue el cineasta Alejandro Gallo quien difundió el mal momento que le hicieron pasar en el conocido bar ubicado en Tres Cerritos, en su relato cuenta que se le impidió el ingreso por la manera en como vestía. Una denuncia ante el Inadi y un pronunciamiento de la Secretaría de Derechos Humanos, el bar tuvo que pedir disculpas.  

La popular frase “la casa se reserva el derecho de admisión” es sumamente estigmatizante y muchos salteños han sido víctimas de esta selectiva práctica en la que se prejuzga si una persona es “digna” de estar sentada en un determinado lugar. El criterio se suele basar en la ropa que se usa, si lleva gorra puesta, incluso en algunos sitios el color de piel es un factor que propicia la discriminación. En esta ocasión fue el cineasta Alejandro Gallo quien contó en primera persona la situación que le hicieron vivir en Grizzly por no adecuarse a “ciertos parámetros” para el ingreso al bar.

Tras usar sus redes sociales para denunciar el hecho, una denuncia ante el Inadi y un pronunciamiento de la Secretaría de Derechos Humanos, el bar tuvo que pedir disculpas.

El hecho ocurrió el viernes, Gallo contó que unos amigos lo esperaban en Grizzly. Cuando él llegó le mandó mensaje a uno de ellos, quien se acercó a la recepción para indicar que el recién llegado se sentaría en su mesa ya que por el protocolo todo es muy estricto ahora, sin embargo, en la puerta los guardias le dijeron “así vestido no podés pasar”, el usaba gorra, remera y bermuda. Cuando preguntó los motivos le dijeron que se saque la gorra y se ponga camisa, ante ello el cineasta les hizo notar que eso era discriminación.

Ante la negativa del bar, Gallo hizo una denuncia pública en redes sociales y muchos usuarios le respondieron que en sus casos tampoco los habían dejado entrar, ya sea por la ropa, el peso, el color de pelo, etc.

Cuando entró en conocimiento el dueño del lugar, pidió disculpas a Gallo alegando que había sido una medida del personal de seguridad, que no se trataba de una política del bar, sin embargo el cineasta no lo cree ya que agregó “yo estoy seguro de que hay una bajada de línea y no fue una decisión del empleado”.

El abogado del Inadi intervino y la Secretaría de Derechos Humanos se pronunció ante el hecho.

“Es peligroso el discurso de derecho de admisión ya que naturaliza a que lugares podemos ir a cuales no, como que naturalizamos la discriminación” cuestionó y reflexionó, llamando la atención de como estos sitios suelen elegir arbitrariamente sin importar como se sienten las personas.

Si bien la política de admisión está contemplada y abalada en el marco legal, no habilita la discriminación en ningún modo.