Entre Salta, Chaco, Formosa y Santiago del Estero conforman el 80% de la superficie desmontada en el país. La superficie arrasada en Salta corresponde a 70 veces el territorio de Capital Federal.

La ONG ambientalista Greenpeace, detectó seis nuevos desmontes en la provincia de Chaco a través de monitoreos satelitales y fotografías aéreas. Tres de ellos se están realizando a pocos kilómetros del Parque Nacional Copo, del Parque Provincial Loro Hablador y de la Reserva Provincial La Pirámide. Los otros tres, se encuentran aproximadamente a 50, 70 y 100 kilómetros de la ciudad de Castelli, respectivamente.

“Es muy preocupante que, a pesar del cambio de gobierno, en Chaco continúa la epidemia de desmontes. La deforestación acelera el cambio climático y nos vuelve más vulnerables al aumento e intensidad de las precipitaciones, lo que provoca cada vez más inundaciones, como las que sufrió la provincia de Chaco el año pasado. Una hectárea con pasturas para ganadería intensiva absorbe tres veces menos lluvia que una hectárea con bosque chaqueño”, advirtió Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.

Chaco es la provincia con más deforestación de los últimos cuatro años (130.177 hectáreas) y ya perdió cerca de 2 millones de hectáreas de bosques de su territorio.

La conservación de bosques juega un rol clave en la mitigación del cambio climático. Los sectores Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Otros Usos de la Tierra representan el 39% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero del país. 

Greeenpeace recorrió por aire El Impenetrable chaqueño y detectó seis topadoras desmontando en cinco fincas. La organización ecologista advirtió que la deforestación acelera el cambio climático y aumenta el riesgo de inundaciones.

El gobernador de la provincia de Chaco, Jorge Capitanich, presentó la semana pasada el Plan Ganadero 2020-2030, el cual tiene como objetivo aumentar considerablemente el actual stock, pasando de 2,6 millones a 3,2 millones las cabezas de ganado, desarrollar frigoríficos exportadores, y alcanzar las 500.000 hectáreas de pasturas.

“El Plan Ganadero de Chaco va a contramano de la actual crisis climática y de biodiversidad, ya que promoverá un aumento de la deforestación y la fragmentación de sus bosques. El año pasado el pueblo chaqueño se movilizó masivamente en defensa del monte. El gobierno debe escuchar a la gente. No podemos perder ni una hectárea más”, sentenció Giardini.