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Gestión Bettina Romero: La misteriosa desaparición del patrimonio cultural

¿Alguien se acuerda de la Fuente del Paragüitas? Era una escultura ubicada entre Mendoza y San Martín.  La municipalidad capitalina sigue sin asumir el compromiso de preservar lo nuestro. (KL)

Estaba en una de las plazas del Parque San Martín, frente a la estación de servicio Refinor. Nos referimos a  una de las obras más carismáticas de don Vito Passamai, escultor italiano que llegó a la Argentina en 1926.

Los salteños memoriosos sabemos que parte del legado de este picapedrero, como se lo conocía, está en los lugares públicos más conocidos de la ciudad. Los bebederos de piedra de la Plaza 9 de Julio, con sus copas y pedestales. Los cuencos y ruedas emplazados justo enfrente de la Catedral o los monolitos que rodean el busto de Mercedes Arancibia, en las puertas de la Escuela Urquiza.

O las obras en piedra de la plazoleta en la intersección de San Martín y Buenos Aires, el pedestal del busto de Sarmiento, en desuso desde que el busto fue colocado sobre un pedestal de cemento. O el pórtico del Jardín Incaico, que hoy desapareció. La Fuente de la Estrella, el escudo a los pies del mástil en el Parque San Martín o los bancos de piedra y el libro abierto del Matadero Municipal y la fuente a la que nos referimos en particular, la del Paragüitas.

La materia prima venía de La Pedrera. La extraía mediante explosivos que separaban los grandes trozos del material de los restos de tierra endurecida y la transportaba él mismo. Su aporte a la cultura local y su amor por la ciudad hicieron que trabaje casi gratis y deje un legado impresionante, que ahora, no está.

En lugar de la fuente, quedó el círculo de piedras rellenado con tierra y plantas en su interior, o sea que pasó a ser un cantero, pero la obra de Don Vito desapareció.

El periodista Daniel Rodríguez, amante de la cultura y la Salta de ayer, fue uno de los que notó esta desaparición y a través de su página de Facebook empezó a pedir a quienes puedan saber a dónde fue a parar la fuente, que es patrimonio de los salteños, le escriban. A las pocas horas de publicado el mensaje, muchas personas se pusieron en contacto con él. La información decía que debía llegarse al cementerio San Antonio de Padua, porque desde allí, se podía ver claramente la obra de Passamai en terrenos de la Planta Hormigonera Municipal. Esto fue el 27 de febrero de 2020.

Solicitó a las autoridades municipales, en nombre de los salteños, que la escultura en piedra denominada Fuente del Paragüitas, sea restaurada y restituida a su lugar en el Parque San Martín o en su defecto, sea depositada en el Museo de la Ciudad para su protección como patrimonio cultural.

Ni el propio Daniel Rodríguez se imaginó el revuelo que causó su intervención en este tema, a punto tal que lo llamaron de las áreas de Cultura provincial y municipalidad. Cada nuevo paso dado respecto al tema fue publicado por Rodríguez en sus redes sociales. Fue así que publicó las conclusiones de su reunión con gente de Cultura municipal, que le dijo que «la Municipalidad asume totalmente el compromiso de Rescatar y poner en valor la Fuente del Paragüitas» y que, seguramente, ese será solo el comienzo de un trabajo constante de protección y valorización de nuestro patrimonio cultural.

La siguiente reunión fue con Gabriel Miremont, responsable de Cultura Municipal en ese momento. Siendo un especialista en museos, se podía pensar que seguiría en la misma línea que había sido la reunión anterior, pero no fue así. Miremont concluyó su deber en el compromiso de restituir a su lugar la fuente.

Los meses pasaron y Miremont no dio respuesta hasta que aclaró que después de la pandemia se harían los trabajos, pero en poco tiempo dejó el cargo. Pasó, como pasan todos los funcionarios políticos de los gobiernos, pero nadie se hizo cargo de su compromiso.

Hoy, la Fuente sigue en el mismo lugar, pero con una chapa encima, a prueba de «curiosos», interesados en rescatar parte de nuestra historia.