Dijo que “al principio los concejales, no tenían claro su funciones y roles”.

Algún psicólogo sabrá denominar bien cómo se llama ese mecanismo por el cual una persona no acepta sus defectos y cree que los que están mal están todos los demás. No es paranoia, es algo más.

La que padece este mal, todavía innombrable, es la Jefa de Gabinete de la Municipalidad, Agustina Gallo, que desde hace semanas busca excusas para la pobre gestión de Bettina Romero. Y, por supuesto, no hace un mea culpa, por lo contrario, cree que la culpa es de todos los demás.

Primero, dijo que los funcionarios que renunciaron a la Muni se fueron por que eran vagos y no le podían seguir el ritmo a Betty (Betty, que se tomó tres días para celebrar su cumple).
Y ahora cargó contra los concejales. Ahora, intentando desarrollar una lengua al estilo Moria Casán, pero muy lejos de esa capacidad, Gallo dijo que al principio de la gestión de Bettina Romero, los concejales no tenían claro su funciones y roles.

«Hay cuestiones que tiene la política y son lógicas, tiene que ver con los vínculos que son personales. Siempre voy a hablar de la institucionalidad porque nuestro rol es institucional. Tenemos que trabajar de manera conjunta, quizás al principio no estuvieron claro los roles del Concejo, no debe ejercer permanentemente obras al Ejecutivo, hay una confusión, se debe trabajar en lo que es coherente y posible. La intendenta con menos recaudación pudo estar cerca de los vecinos», dijo.

Los vagos son los otros. Los corruptos son los otros. Los que no entienden sus roles son los otros.

Nunca, nunca, un mea culpa.