De manera discrecional y sin anuncios oficiales, dos exministros claves de Juan Manuel Urtubey repartieron subsidios para empresarios antes de abandonar sus cargos en el gobierno. (Aníbal Roldan)

Con el aval de los exministros Carlos Parodi y Javier Montero, el gobierno en los últimos días repartió por todos lados Certificados de Créditos Fiscales (CCF). Y si bien es normal “promocionar” a los emprendimientos productivos en el gobierno de Urtubey, lo ocurrido en un abrir y cerrar de ojos, constituye un verdadero festival de subsidios.

Cabe recordar que la legislatura provincial aprobó modificaciones a la Ley 7.823, la cual se reglamentó con el decreto 192/17. Allí se establece un régimen de fomento para la producción de energías renovables. Dicho fomento consiste en el otorgamiento de beneficios económicos a sus titulares.

Con esto Montero y Parodi aprovecharon su última semana en la gestión para concretar el movimiento. Cuarto Poder se comunicó con autoridades de la cartera para conocer el detalle de los beneficiados pero no nos dieron información al respecto, lo cual confirma lo que fuentes off de record aseguran: hubo un reparto discrecional y “amiguista” de tales créditos.

Para que se concreten dichos movimientos la Secretaría de Energía debe certificar el cumplimiento del proyecto presentado, sea por etapas o en su totalidad. Siendo así podrán autorizar hasta un 70% de las inversiones realizadas para utilizar en el pago de impuestos como ser actividades económicas, impuestos al sello y el impuesto inmobiliario rural, siempre que correspondan al mismo titular. Dado que los beneficiados ya tienen el visto bueno de los ex súper ministros, nadie tendría de que preocuparse. Más aun cuando ellos fueron los impulsores de la creación de la Agencia de Promoción de Inversiones y Comercio Exterior de Salta.

Lo particular de este sistema de créditos es que una vez aprobados, el beneficiario puede utilizarlos para cubrir los impuestos mencionados y también otorgarlos a terceros contribuyentes. El manejo discrecional de los recursos ahora incluye un reparto de estos “CCF” y los repentinos cambios dentro del gabinete dieron lugar a un alud de beneficios. Lo que nadie sabe es dónde están localizados o si están parcial o totalmente finalizados los innumerables proyectos de energías renovables.

Industria y turismo

La ley 7.823 no es la única que otorga estos beneficios impositivos a empresas privadas o a quienes ellos decidan cederlos. Las inversiones en materia de producción de energías renovables no son las únicas que se han beneficiado sino también un amplio abanico de sociedades que van desde empresas constructoras, como así también emprendimientos dedicados a la producción de aceites de nuez.

Esta promoción en la mayoría de los casos alcanza cifras millonarias. Mientras más alta sea la supuesta cifra de inversión, el monto con el cual estarán exentos de los gravámenes antes mencionados será mayor. Es una ecuación perfecta para los “inversores”. Crear puestos de trabajo suele ser la promesa en común de estas inversiones que así suman el visto bueno del Gobierno de Salta que los bendice con subsidios aunque esta mecánica de privilegios tuvo poco efecto en la generación de empleo verdadero.