Tres familiares detenidos, 57 puñaladas, información ¿qué conocía Jimena?; para dónde encara la nueva línea de investigación por el crimen de la mujer de Vaqueros.
Por Andrea Sztychmasjter
Luego de un juicio que dejó sin responsables al asesinato de Jimena Salas, una madre de 44 años dedicada al cuidado de sus dos hijas pequeñas pero con una vida social activa y llena de actividades, se conocieron nuevas detenciones en el marco de la investigación propuesta por el procurador general de la provincia, Pedro García Castiella, al disponer la creación de una nueva Unidad Fiscal para que continúe la investigación por el femicidio cometido el 27 de enero de 2017 en la arbolada localidad de Vaqueros, donde las clases salteñas más beneficiadas económicamente han podido construir sus viviendas con piscinas y amplios jardines.
La causa quedó así en manos de la fiscala especializada en Femicidios, Mónica Poma, el fiscal de graves atentados a las personas, Leandro Flores, y el fiscal de derechos humanos, Gabriel Alejandro González, y aunque para garantizar el avance de la investigación se dispuso la reserva total de las actuaciones se supo que los tres nuevos detenidos comparten un parentesco.
Los detenidos
Los hermanos Javier, Damián y Carlos Saavedra fueron acusados provisoriamente del delito de «homicidio calificado por alevosía, ensañamiento, criminis causa, por el concurso predeterminado de dos o más personas y femicidio».
Dos de los acusados están a disposición de la jueza interina de Garantías 5 de la ciudad de Salta, Ada Zunino, luego de los allanamientos realizados en Parque General Belgrano. Según trascendió, uno de los celulares de los hermanos dejó registro en la zona del crimen.
El restante, Javier Saavedra, detenido en Santa Victoria Este a la orden del magistrado de Tartagal, Nelson Aramayo, se encontraba viviendo en una comunidad religiosa a donde había llegado en 2018. Al ser trasladado a la capital intentó producir un accidente al atacar al chofer del móvil. El fiscal penal Rodrigo González Miralpeix inició la investigación por este hecho y dispuso el cumplimiento de distintas medidas en el marco de la averiguación preliminar iniciada.
En septiembre de 2018 desde el Ministerio Público Fiscal publicaron un afiche donde se ofrecía una recompensa de 500 mil pesos para quienes pudieran aportar datos. En la imagen exponían el identikit del sospechoso, un perro caniche y un llavero de Gimnasia y Tiro.
Los ADNs
Tal cual se desprendió de la declaración en el juicio llevado a cabo el año pasado, la bioquímica, Alejandra Guinudinik, del servicio de Biología Molecular del CIF había manifestado que del cotejo de los perfiles genéticos de “hombre 1” y “hombre 2”- hallados en la escena del crimen- se obtuvo que ambos comparten una patrilineal común. Si bien aseguró que pudieron detectar que ambos perfiles no pertenecen a padre-hijo ni a abuelo- nieto, sí comparten un perfil genético de ancestro masculino, es decir no pudieron descartar otros vínculos secundarios entre ambos perfiles.
La profesional detalló que se pudo inferir que sangre del perfil genético del “hombre 1” fue “depositado” en varios lugares de la vivienda, no descartando la posibilidad de lastimaduras y goteos. El perfil genético del “hombre 2” se encontraba en células epiteliales encontradas en la mano derecha de Salas, y en sangre encontrada en dos trozos de un celular roto encontrado cerca de la puerta, y en un armario y un estante de la habitación principal de su casa de Vaqueros. De esta manera será primordial el cotejo de los ADNs de los detenidos para verificar la participación o no de ellos en el crimen, sin embargo, restará responder el por qué se la asesinó con esa saña.
Confianza, información y el viudo
Dario Illanes periodista y director de Norte Social ex profesor de Jimena en el secundario del IEM en la orientación de Comunicaciones sociales y quien se encontraba realizando una historia ficcionada sobre el caso y que fue víctima del robo de su computadora con todo el material, realizó algunas consideraciones respecto a las nuevas detenciones en el marco investigativo.
Illanes describió que como es sabido si bien el viudo Nicolás Cajal no puede ser juzgado dos veces por el mismo delito, ya que fue absuelto por aplicación del beneficio de la duda del delito de encubrimiento agravado en calidad de autor, con las nuevas detenciones se podrían producir nuevas pruebas.
Para el periodista la investigación que se realizó “fue parcial, errónea y aparentemente malintencionada” y se refirió a dos aspectos claves; por un lado, la escena del crimen (la vivienda de Vaqueros) y por otro el cuerpo de la víctima, cremado a las pocas horas de su asesinato.
Y existen inconsistencias al respecto puesto que el abogado de Cajal, Pedro Arancibia, junto a su defendido manifestaron que la ignición del cuerpo fue realizada a las 72 horas de encontrado el cuerpo, mientras que el Ministerio Público Fiscal informó que existe documentación que demuestra que el cuerpo fue entregado a la funeraria para la cremación tan solo 16 horas después del femicidio.
Illanes sostuvo que el resultado de los ADNs es clave y si bien toma su tiempo, el resultado deberá conocerse en los próximos días. “Más allá de esto todavía falta conocer por qué la mataron. De acuerdo a lo que se conoció las personas detenidas viven a tan solo 10 kilómetros de donde la mataron (Barrio San Nicolás), significa que son vecinos. Además, se presentan como de clase media, simpáticos, de buen aspecto”.
El comunicador relató así que por la supuesta confianza con la que Jimena atendió a sus asesinos cabría preguntarse si se conocían. Asimismo, Illanes describió que de acuerdo a la teoría criminológica y tomando en cuenta cómo se la asesinó existen cinco modos de por qué se llega a asesinar de esa forma: odio, venganza, enajenación mental, desborde emocional u organización criminal.
El periodista se preguntó que, si los asesinos no se robaron nada, qué información sabían que Jimena tenía para intentar acallarla de esa manera.
Testiga clave
Según la reconstrucción de los hechos que se desprendió de las iniciales acusaciones fiscales con las testimoniales recogidas, el 27 de enero de 2017, pasado el mediodía, un hombre “bien vestido”, se presentó en varias viviendas del barrio vaquereño y aduciendo haber encontrado un perro habló con varias vecinas hasta llegar a la casa de Jimena quien le abrió el portón de su casa y le sacó una foto con su celular mientras el joven sostenía al perro caniche que señalaba se encontraba perdido.
Junto a esa foto sacada por la propia víctima y recuperada del celular hallado en las márgenes del rio y cercano a la comisaría de Vaqueros, existe otra fotografía del hombre sospechoso con el perro y es otra imagen tomada por una vecina de Vaqueros que declaró en el juicio. La testiga de profesión docente, relató que atendió al hombre con el mismo perro semanas antes del asesinato mientras ella se encontraba cuidando la casa de una amiga de Vaqueros. El hombre también se presentó en ese domicilio y adujo haber encontrado a un perro.
Durante el juicio la Fiscalía se mostró intencionada a realizar una comparación con la casa de la amiga de la testigo y la de Jimena Salas. Según indicaron lxs fiscales ambas viviendas estaban en una esquina, tenían la fachada pintada de color amarillo y las propietarias eran madre de hija pequeña. Esto sería un indicio que el sospechoso con el caniche desde semanas antes del asesinato ya se encontraba merodeando la zona con la misma excusa del perro perdido.
Taller literario y amenazas
El escritor José Agüero Molina profesor de Jimena Salas de un taller literario al que asistía cuando fue asesinada, ante la absolución de los primeros acusados había asegurado que Jimena estaba amenazada de muerte. Consultado sobre una nueva línea de investigación, el escritor relató que desde el día posterior al femicidio y al ser llevado a declarar en sede policial, les aseguró a los investigadores que Jimena había sido asesinada por tres personas.
“Me pasé toda mi vida estudiando sobre criminalística por mi oficio de escritor”, aseguró y agregó que pudo reflejar a los investigadores que como fue hallada Jimena se trataba de “una escena armada. Por la disposición del cuerpo, por la altura de la pared donde estaban las gotitas de sangre, por el encierro de las nenas, por la hora donde fue cometido el crimen. Había un montón de elementos que daban cuenta que era un crimen por encargo”, aseguró Agüero.
El escritor remarcó tres preguntas que quedan sobrevolando tras el asesinato: “¿Quién se benefició, quien se sacó un peso de encima, ¿cuál es la cuestión del dinero detrás del crimen?”
Según el escritor hubo una línea investigativa evidente de la que no se habló durante el juicio en el que junto a Cajal quedó absuelto el vendedor ambulante Sergio Vargas, detenido durante dos años.
“La hora es fundamental, en nuestra cultura sudamericana y salteña, nadie va a la casa de otra persona a la hora del almuerzo salvo que sean muy íntimos. Y si sos una mamá con dos hijitas que estás dando de almorzar no abrís la puerta por mas perrito que tengas, eso no es normal. Después la línea del tiempo desde que el matrimonio se separa a la mañana no está bien investigada”, sostuvo Agüero.
¿Qué información conocía Jimena?
Durante el transcurso del juicio se conocieron algunos detalles de la vida de Jimena Salas que lejos de querer indagar en cuestiones privadas describen indicios de la vida que llevaba y que podrían acercarnos a dilucidar aspectos de por qué decidieron terminar con ella de esa manera. Se supo que el padre de ella vivía en Jujuy, que había cursado la carrera de Comunicaciones sociales y se encontraba realizando su tesis, que practicaba natación, que había afrontado algunos tratamientos para convertirse en madre, que estudiaba idiomas y realizaba un taller literario.
Se conoció que la computadora de ella quedó intacta en la sala de su casa cuando los asesinos entraron a su domicilio, también quedaron sin tocar unos paquetes de compra que esa mañana había retirado del centro de la ciudad. Se supo que era sumamente precavida con la seguridad de su familia, tanto que contaba con un servicio de alarmas que ese fatídico día no funcionó.
Que, a diferencia de Cajal, la mujer había mantenido otras relaciones, pero antes de casarse, que, en ese entonces, antes de su asesinato, su vida se abocaba al cuidado de sus pequeñas hijas. Que antes de conocer a su esposo había trabajado en una financiera apostada en Salta y Jujuy y que inició una relación con un compañero con quien decidió irse a vivir a la vecina provincia.