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Falleció el periodista Juan Antonio “Fito” Abarzúa

Hubo un tiempo, no hace tanto, que la gente compraba el diario y lo empezaba a leer desde atrás: para algunos lo más importante del diario eran las necrológicas, (para ver si se había muerto un conocido o algún doble apellido), para la mayoría, lo que había que leer eran las notas policiales. No por morbo, sino por un placer literario. Porque el tipo que las había escrito les había puesto un derroche de humor que volvía únicos esos hechos.

Ese tipo era Juan Antonio “Fito” Abarzúa. Se escribe en pasado la oración anterior porque hoy falleció. Este 23 de julio, “Fito” o “el chileno” dejó de existir, tras una larga y penosa enfermedad.
Dicen, quienes tuvieron la dicha de compartir con él una redacción, que miraba la foto de un detenido y, en dos segundos, le inventaba un alias. “El sindientes”, “el putistófeles”, etc. Se notaba, leyendo sus textos, que había pasado horas buscando el adjetivo justo que provocara la carcajada. Tenía el don (hoy más escaso que nunca) de hacer reír.
Es probable que no siempre se ajustara a los hechos. Respetaba la realidad, pero necesitaba hacerla más interesante. Le añadía una capa de humor.
Llegó a Salta, expulsado de Chile por el golpe de Estado de Pinochet. En la provincia fundó, con Alfredo Jerez, el semanario Propuesta. Llegó a tener una tirada de 14 mil ejemplares. Trabajó en Ferinoa, en el Abril Cultural, en la Cámara de Diputados, hizo radio y TV. También hizo el primer diario digital en el ’90 con un grupo de jóvenes inquietos. En 1999 volvió a El Tribuno.
Sus notas hoy serían casi impublicables, en estos días de hipocresía barata.
Hay un comentario, en una de las notas que quedan subidas a la web, que dice: “¡Este tipo no orina agua bendita!”. Quizá intenta ser un insulto. Pero es un gran halago y define bien a “Fito”. Hacen falta más personas que no crean que orinan agua bendita.