La diputada del bloque Un Cambio para Salta, Silvia Varg, pidió la renuncia del diputado Tomás “Tury” Rodríguez a la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos por estar denunciado en un caso de violencia de género. El legislador kirchnerista planteó que hay un interés de fondo pero no señaló quién podría impulsar la supuesta operación política.  Aníbal Roldán

La última sesión de Diputados tuvo momentos de tensión. Tal vez el pico fue cuando una diputada cargó duramente contra un dirigente kirchnerista de largo rodaje en la política local. La diputada por Un Cambio para Salta, Silvia Varg, pidió que su par del Partido de la Victoria, Tomás “Tury” Rodríguez, sea apartado de la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos por estar denunciado por violencia. Mientras que Rodríguez negó todo.

“Mientras el Poder Ejecutivo pone el acento en atacar con mejores recursos la pobreza y la violencia de género, aquí, paradójicamente, tenemos presidiendo la Comisión de Derechos Humanos a un diputado denunciado penal y civilmente por violencia de género”, dijo Varg.

Y agregó: “Esto es muy grave porque es un legislador que dice estar comprometido con la inclusión de los derechos de las mujeres y, sobre todo, preside la comisión que debe elaborar proyectos dedicados especialmente a la prevención e inclusión de las mujeres que son maltratadas y abusadas física o psíquicamente por sus parejas, patrones y/o instituciones”.

La diputada, además, dijo: “Considero antiético y amoral que quien haya cometido actos violentos y está denunciado presida la comisión cuyo destino, entre otros, es sancionar y erradicar dichos hechos de violencia”.

Resaltó que hace dos semanas, en la reunión de bloque, solicitó el apartamiento de la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos del diputado denunciado. “Porque ya esta Cámara contaba con la información sumaria del hecho”, explicó aunque lamentó que “sin embargo dicha solicitud quedó sin repuesta”.

“Además al mantenerse en el cargo de presidente, deja en evidencia que las mujeres sólo no somos víctimas de malos tratos, abusos, y hasta nos matan sino, lo que es peor aún, nos enfrentamos también con un patrón de impunidad que cobra mayor gravedad en una institución como la Cámara de Diputados”, añadió.

Por último completó: “Públicamente pido la exclusión del diputado Tomás Salvador Rodríguez de la presidencia de la comisión de Derechos Humanos, porque este es un hecho político y, además, porque la impunidad de los varones no puede quedar consagrada en esta cámara con un caso como este. Vivas, libres y sin golpes nos queremos”, reclamó.

Ale-gato

El diputado “Tury” Rodríguez, quien fue varios mandatos concejal aliado a Miguel Isa —por entonces intendente—, e incluso denunciado por un faltante de más de 20 millones en su presidencia del concejo,  adujo que la denunciante “miente”. Asimismo, remarcó también que antes de pedir su apartamiento de la presidencia de la comisión, la diputada Varg le había manifestado su apoyo personalmente.

“Es lamentable, un tema tan complejo como es una denuncia de género, y que me toque justamente a mí, que he sido autor de muchísimas normas que van en esa dirección de ampliación de derechos, de defensa de la mujer en el Concejo Deliberante, en este cuerpo (en mención a la Cámara Baja)”, expresó el legislador.

“Hay una minoría que miente y me ha tocado a mí. Yo lo voy a comprobar porque la denuncia que se hace es de un supuesto hecho que ocurrió hace un año, el primero de mayo de 2017, y no es verdad la manera en que se lo relata”.

“Yo estoy esperando que me convoquen, no he sido incluso notificado. Mi abogado fue hacia el Juzgado y tomé conocimiento de la causa a través de él”, añadió Rodríguez quien adelantó que solicitará a la fiscal a cargo del caso poder realizar su descargo. “Tengo pruebas de lo que estoy diciendo. No puedo hablar mucho del tema porque hay una confidencialidad de la causa porque hay menores”, agregó.

Por otro lado, recordó su conversación con Silvia Varg y destacó: “Hablé con la diputada preopinante que me pide que me retire de la Comisión. Previo a que ella incluso se entere de esta denuncia le hice saber y me dijo textualmente ‘No te hagas problema, yo te conozco y creo en vos’. Luego me enteré que se manifestó en la Comisión de Labor Parlamentaria pidiendo que me corra de la Presidencia de la Comisión de Derechos Humanos”.

“Cuando mi presidente de bloque me informa —continuó—, le mando un mensaje y le pido juntarme para ampliarle lo que me está pasando. Nos juntamos a desayunar la semana pasada, le explico nuevamente, ella insiste con que me debería correr porque sería dar un testimonio de mi inocencia”.

Prosiguió su alegato: “Esto es sencillamente una denuncia, si en este cuerpo a cualquiera de nosotros nos denunciaran por cualquier motivo tendríamos que determinar que se debe apartar de cualquier lugar que ocupe el legislador. Hasta el momento no se presentó ninguna prueba de la denuncia”.

Además, expresó: “Yo estoy como el más necesitado de querer aclarar esta situación. Tengo golpes emocionales de distinta naturaleza porque no corresponde a mi manera de ser. No me cabe la menor duda que detrás de esto hay un móvil político, sé que lo hay, como también sé que hay problemas que tienen que ver con lo personal con respecto a que se me ha pedido 30 mil pesos los primeros días de marzo, y dije que no se los podía dar”. Y explicó: “No tengo yo contacto directo con mi ex mujer, que es la que me denunció, con la cual no estoy casado. Ella tiene un hijo de otro matrimonio, es una profesional. No estamos hablando de una persona que no conoce sus derechos. Tuvimos una relación de 7 años, luego nos separamos, estuvimos de novios y fue durante ese período que ella denuncia este hecho”.

Finalizó: “Evidentemente hay un móvil con intereses raros detrás y quiero saber de qué se trata. Estoy sabiendo más o menos de dónde viene. Hay una manifestación de parte de sectores que por ahí son muy radicalizados con respecto a la defensa de los derechos de las mujeres, pero cuando se trata de una persona que tiene algún tipo de exposición pública tiene como mayor preponderancia y muchos utilizan este mecanismo para poder ponerse en cartelera a través de una lucha que de alguna manera también descalifica la verdadera lucha del feminismo”.