Corría el año 1995 y el por entonces Presidente de Perú, Alberto Fujimori, anunció el inicio de un “Programa de Planificación Familiar”, que consistió en realizar ligaduras de trompas en el caso de las mujeres y vasectomías para los varones.
El programa debería haber sido un método de Anticoncepción Voluntaria, pero se convirtió en un procedimiento de esterilización forzosa a nivel masivo.
“La cicatriz de Paulina” es un documental del director peruano Manuel Legarda, en donde se muestra la problemática que significó la campaña de esterilización masiva que el Estado peruano realizó entre los años 1996 y 2000 a más de 300 mil personas, cuyo mayor porcentaje lo conformaron mujeres, y que constituye uno de los más graves casos de violación a los derechos humanos que se ha dado en el Perú.
Entrevista con Manuel Legarda, Director de “La cicatriz de Paulina” por Analía Daniela López
¿Qué lo llevó a realizar este documental?
Cuando aparecieron los primeros artículos en la prensa europea sobre las campañas de esterilización aplicadas en Perú yo me encontraba en Ginebra. Era el año 1998 y colaboraba en una publicación que circulaba en la Web que difundía información relacionada con América Latina. Recuerdo que me causó una profunda indignación conocer esta noticia por las connotaciones raciales y clasistas que translucían. A partir de los primeros datos que obtuvimos hicimos una investigación sobre las campañas de esterilización aplicadas desde inicios del siglo XX en Estados Unidos pasando por el Nazismo en Alemania y gran parte de los estados europeos a partir de los años 30. Las justificaciones en esa época eran diversas: el Eugenismo, el Malthusianismo y la “higiene racial” en el nazismo. Nos dimos cuenta en este estudio comparativo que se necesitaba una decisión política y una estricta planificación para llevar a cabo este tipo de campañas. Además se apuntaba a poblaciones específicas: comunidades afroamericanas, indígenas y judíos en Estados Unidos, gitanos, judíos y comunistas en la Alemania nazi, miopes, presos, asociales, alcohólicos en Suecia. En general poblaciones que según los gobiernos pudieran alterar el orden social establecido y personas consideradas “indeseables”. La idea de hacer un documental nace en esa época.
¿Cómo logró que estas mujeres se animaran a contar sus historias?
En el caso de las esterilizaciones tuvimos mucha suerte al conocer al inicio del rodaje mujeres que habían padecido estas operaciones. Ellas nos dirigieron luego hacia otras que estaban organizadas en asociaciones y es así como pudimos recoger el testimonio de cerca de 200 personas en diferentes regiones del Perú. Como me dijo un amigo nada llega por casualidad, las personas que tienen que encontrarse se encuentran, creo que fue así, las circunstancias nos fueron favorables para este trabajo, es la parte mágica de “La cicatriz de Paulina”.
¿Cuál es el perfil de las mujeres que fueron vulneradas con estas acciones?
Mujeres quechuahablantes, mujeres de las comunidades amazónicas, principalmente ashaninkas, y mujeres que viven en las periferias urbanas. Analfabetas en su mayoría, mujeres pobres relegadas por el sistema político peruano desde siempre, que no sabían qué significaba ligadura de trompas, a las que les hacían firmar con sus huellas dactilares documentos de autorización para las operaciones que ni siquiera comprendían. Eran amenazadas por el personal médico o engañadas a cambio de víveres. Mujeres que se escondían en el campo para huir de las operaciones. Mujeres que fueron esterilizadas en condiciones infrahumanas, a las que se les aplicaba anestesia de uso veterinario. Trabajadoras cuya descendencia podría constituir a mediano plazo, según el poder, un peligro para el orden establecido. Mujeres que a través de nuestra historia han luchado y luchan por una vida digna, justa.
¿Qué piensa de la apelación hecha ante la corte interamericana de DDHH por el archivo de la causa?
El caso de las esterilizaciones forzadas al ser visto como uno de los casos más graves de violación de los derechos humanos no prescribe. Lo importante en este asunto es que las mujeres víctimas de las esterilizaciones reciban un tratamiento médico especial debido a los problemas de salud físicos y psicológicos que padecen. Muchas han muerto y siguen muriendo. Tiene que haber justicia y atención para ellas. El Estado peruano debe asumir su responsabilidad, así como los cargos políticos de ese entonces. También las ONG’s como USAID (United States Agency por International Development), el gobierno norteamericano, la NipponFoundation y la ONU que fueron las que financiaron estas campañas. En ese sentido es importante la apelación presentada ante la Corte Interamericana de DD.HH, se tiene que acabar con la impunidad que carcome nuestra sociedad.
¿Cómo influyó en la sociedad peruana que las mujeres no puedan tener más hijos?
En el mundo andino hay que tener en cuenta que la mujer es como la pachamama, la madre tierra. La tierra como la mujer debe ser fértil. Las esterilizaciones generaron muchos conflictos en las parejas, divorcios y en algunos casos abandono. Actualmente existen organizaciones feministas y de defensa de los derechos de la mujer que están haciendo un trabajo importante en ese sentido, de información y formación en las comunidades para evitar este y otro tipo de violencia ejercida contra la mujer. Un trabajo fundamental para que las mujeres conozcan y ejerzan sus derechos.
La película obtuvo una Mención Especial en el Festival Internacional de Cine Político realizado en Buenos Aires del 25 al 29 de marzo, y es fácil entender el porqué: el film retrata un período reciente y doloroso de la historia peruana, y principalmente el de la historia de las mujeres peruanas y de las cicatrices dejadas en ellas por estas políticas públicas.
Fuente: Furias