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Estamos mal, pero vamos peor  

En Salta se alquila menos, porque el dinero no alcanza. Quedan locales vacios en el centro y macrocentro.

Un informe integral demuestra que se siente el retroceso económico en el mercado inmobiliario de Salta. Los alquileres cayeron de forma drástica.

Tanto en el ámbito de la vivienda particular, como en los locales comerciales. Los altos costos de los alquileres y la falta de liquides en los bolsillos son la principal causa de lo que denominan los corredores locales “la crisis que se vive en la Argentina”. Es evidente que la panacea U no pudo escapar a la Nación de los Boudou y cia. Un trabajo periodístico del colega Víctor Sacca, devela que hoy los salteños que ayer alquilaban “debieron regresar a la casa paterna y otros debieron tomar más trabajo, horas extras o lo que sea para poder pagar un alquiler inalcanzable”. Según el trabajo, el mercado de alquileres en la Capital sufre una depresión muy importante. Un grupo familiar para acceder a una vivienda o un departamento debe contar con un ingreso promedio mínimo de 10 mil pesos.

Y la mitad de los salteños no accede. El sueldo promedio es de unos 5 mil pesos, y un alquiler con todos los gastos adicionales supera esa cifra. Tan simple y tan cruel. La plata no alcanza, más allá de la propaganda de obras y acciones. Por otro lado, el sector comercial sintió doblemente el impacto de la economía salteña. Para el especialista inmobiliario Juan Biella, la baja en los alquileres en el sector comercial se debe a creció la oferta de locales. A mayor cantidad de locales vacios, menor precio de alquiler. Los locales quedan vacios ante el cierre del comercio, por falta de consumo. El salteño no gasta como antes. Muchos locales comerciales levantaron su negocio. Esto sucede en el micro y macrocentro. ¿Entonces por qué aplauden nuestras autoridades en cada acto del gobierno nacional?