De las 169 obras registradas en la página del Fondo de Reparación Histórica, el departamento más pobre de la provincia -Rivadavia- cuenta con sólo 14 finalizadas e inauguradas. Asimismo, en la región en donde el problema del agua es crónico, las 13 obras destinadas a proveer de agua y cloacas tienen un avance cero. (D.A)
Una de las razones por la cual el departamento de Rivadavia se hizo tristemente célebre en el país, es por la pobreza estructural en la que está sumida. El censo 2010 lo mostró con crudeza al registrar que de las 6.656 viviendas que posee, 2.412 son ranchos y otras 465 son casillas en las que viven 13.462 personas: el 45% de la población. En esas 6.656 viviendas habitan 7.154 hogares (familias nucleares que habitan una misma construcción) de los cuales sólo 1.472 cuentan con sanitarios con descarga de agua; mientras los restantes 5.682 carecen de ese servicio elemental. Allí, el nivel de desnutrición llegaba al 10% según el Anuario Estadístico 2012 publicado por el gobierno provincial.
El último de los datos explica por qué la Fundación CONIN, que dirige el prestigioso pediatra Abel Albino, ha colocado en uno de los municipios del departamento -Morillo- un centro de lucha contra la desnutrición que para el pediatra “es el resultado final del subdesarrollo, genera pobre cableado neurológico y su consecuencia es la debilidad mental, la única que se puede prevenir, la única que se puede revertir, la única que es creada por el hombre”. La instalación del mencionado centro fue como consecuencia del impacto generado por un informe de Jorge Lanata que mostró las condiciones de vida del departamento de Rivadavia en Salta.
Lo que causó menos impacto aquella vez, fue que el informe también mostraba la crónica carencia de agua del lugar, algo que para Abel Albino también constituye un elemento central junto a los sistemas cloacales, en la lucha por un gran país. Sobre esto último expresó: “… debemos rescatar la opinión de quien fuera el Primer Ministro de Salud de la República Argentina (…) el Dr. Ramón Carrillo quien decía ‘los hongos, los virus y las bacterias como causas de enfermedad son pobres causas, comparadas con el daño tremendo que causa la falta de saneamiento ambiental’”. Sobre el agua, la opinión no era menos concluyente: “…es fácil ser limpio cuando uno tiene todas las comodidades, distinto es cuando se carece de estos elementos que también constituyen derechos humanos”.
De allí que se pueda afirmar que la lucha por una gran provincia parezca estar perdida luego de analizar el desarrollo del Fondo de Reparación Histórica, ese plan aprobado en el año 2012 y que suponía 175 obras: 48 de ellas para el departamento de Rivadavia por un monto de $77.050.000; otras 66 para el departamento de San Martín por un total de $243.550.000; otras 57 de Orán por un monto de $265.460.000; más las 4 interdepartamentales por $338.000.000, que en su conjunto significaban $924.060.000. Los malos cálculos originales fueron noticias oportunamente. Para confirmarlo baste recordar que una sola obra interdepartamental terminó siendo licitada en 525 millones, lo que representó 187 millones más de lo que originalmente estaba destinado a ese rubro.
Pero volvamos al tema de Rivadavia. Y es que allí, la somnolencia del gobierno provincial en materia de gestión de recursos públicos tiene impactos dramáticos. En un informe de hace un año (7/9/13) este medio denunció que sólo se habían finalizado 5 de las 48 obras aprobadas para Rivadavia (19 por $23.100.000 para Rivadavia Banda Sur, 15 por $28.000.000 en Santa Victoria Este y 14 por $25.950.000 en Rivadavia Banda Norte). Las 34 obras restantes estaban paralizadas: 2 que poseían un convenio firmado, 12 están en proceso de licitación y de las 20 restantes nada se sabía.
A un año de ese informe y a tres de aprobado el Fondo de Reparación de Histórica, las cosas no han cambiado mucho. Hoy en día las obras terminadas son 14 que en conjunto significaron $15.343.263, lo que supone un promedio anual de poco más de 5 millones que dividida en los tres municipios del departamento suponen menos de 2 millones por año. De esas 14 obras terminadas, 6 están relacionadas con la salud; 4 con educación, 2 con cordones cunetas, 1 con seguridad y 1 con la electrificación de una comunidad aborigen.
Otras doce obras están en ejecución, aunque una mirada atenta de los datos oficiales muestra que de ellas sólo 6 poseen avances efectivos de obras, mientras las seis restantes poseen 0% de avance real. Dos de estas, son las que debían servir para ampliar la Red de agua para Rivadavia Banda Sur: una de ellas -por $1.282.368- debía servir a las comunidades aborígenes de La Unión; la otra -por $1.724.503- debía lograr lo mismo para localidades de Rivadavia Banda Sur. En ambos casos los trabajos no comenzaron. Lo peor, sin embargo, se halla en la categorización “Obras Adjudicadas”. Allí aparecen once obras (6 vinculadas a la provisión de agua y 5 a sistemas cloacales) que también poseen un avanza físico de obra 0 (cero). El monto total de esas obras apenas supera los 15 millones de pesos con lo cual, queda claro, en tres años la ejecución presupuestaria no llega ni al 50%.
Gallinas cuidadas por lobo
Rivadavia también se hizo conocida por otras cosas. Cobija en su territorio a tres municipios: Rivadavia Banda Norte con 9.754 habitantes según el censo 2010; Rivadavia Banda Sur con 8.866; y Santa Victoria Este con 11.809. Rivadavia Banda Sur es conducido por el intendente Leopoldo Cuenca. Un hombre que en medio de la pobreza reinante, vive una vida de opulencia a fuerza de adueñarse de enormes extensiones de tierras, comercializar madera que extrae de tierras fiscales y el manejo irregular de los recursos públicos.
Las tres causas fueron noticia periodísticas por lo que, conviene acá, remitir al lector a Google y allí redactar el nombre del intendente más la palabra corrupción. El ejercicio lo trasladará a todas las denuncias conocidas que parecerán en la pantalla. De allí que siempre genere sospechas que un hombre así, haya usado a la municipalidad que conduce para quedarse con tres licitaciones del Fondo de Reparación Histórica que suponen un total de $2.100.000. No es poca cosa, esa cifra representa casi el 10% del total destinado por ese programa a Rivadavia Banda Sur: $23.100.000 para 19 obras.
Sí, justo a ese hombre que los auditores de la provincia señalaron como el responsable de irregularidades que merecen ser investigadas penalmente. El informe definitivo se publicó en la web del organismo en diciembre del 2012 y fue lapidario. Allí se señalaron 123 irregularidades. Tantas que los auditores concluyeron que “en atención a las observaciones formuladas (…) correspondería la aplicación de la normativa contemplada en la Res. AGPS Nº 20/04”. Esa resolución busca proveer a la Auditoría de un reglamento para que el Estado se haga de herramientas que fundamenten la acción judicial que haga efectiva la responsabilidad civil de los funcionarios “ante la existencia de un perjuicio de significación para el Fisco”.