El entrenador de Gimnasia y Esgrima de Jujuy renunció a su cargo tras amenazas que le hicieron temer por su vida y la de su familia. Sebastián Méndez declaró que «fue todo muy duro». El Lobo jujeño había perdido el pasado miércoles de local por 4 a 1.

“Sebastián Méndez ya no quiso seguir”, así empieza la nota publicada por Clarín sobre la renuncia del entrenador del equipo jujeño que cansado por una seguidilla de amenazas que lo hacían temer por su vida, la de su familia y la de su cuerpo técnico, decidió dar un paso al costado y dejó de ser el entrenador de Gimnasia y Esgrima de Jujuy.

«Hubo muchas cosas extrañas. Amenazas. Cuestiones extrafutbolísticas. A mi ayudante de campo le entraron robar a la casa un día después de que habíamos cobrado y le sacaron todo. Recibí amenazas telefónicas, otro día un tipo vino al hotel y me mostraba un cuchillo del otro lado de la ventana… Fue todo muy duro», relató en diálogo con Clarín.

«Si aceptamos que todo es normal, un día vamos a decir que lo que pasó con el gas en Boca-River estuvo bien. Vamos a aceptar que los hinchas visitantes no vuelvan más a las canchas. Vivimos demasiado mal. Estoy muy dolido. Se te corta el laburo, se te cortan las ilusiones. Trabajamos mucho para esto. Llevo 21 años en el fútbol y estamos cada vez peor: cada vez más violentos y menos pacientes con la derrota».

El Lobo jujeño perdió el miércoles como local 4-1 ante Juventud Unida de Gualeguaychú y tras la derrota, otra vez Méndez fue el blanco de los hinchas. «Sufrí muchas amenazas, inclusive algunas de muerte, también en el celular de mi esposa e hijos. El hecho de que ellos no estén en Jujuy es algo que también me cuesta digerir», contó el Gallego.

El ex entrenador de San Lorenzo, Banfield, Atlanta y Platense aseguró que venía sufriendo situaciones de este tipo hacía mucho tiempo y por eso decidió que su familia volviera a Buenos Aires. El presidente del club, Fernando Yecora, intentó convencer a Méndez para que continuara al frente del plantel, aunque reconoció que la realidad «superó toda lógica, primero está la persona, luego el entrenador». Tanto el entrenador como el presidente no encuentran explicación a lo que ocurrió. Gimnasia tiene 35 puntos y está cuarto en la tabla de la B Nacional, posición que le permitiría entrar al Reducido por un ascenso a Primera División.