Así comienza el documento del Ateneo Arturo Jauretche – Salta que anuncia una campaña de afiliaciones para constituir un partido municipal. Retoman una frase de Eva Perón para dar nombre a la organización que pretenden.
Transcribimos a continuación el escrito con el que informan la campaña de adhesiones y afiliaciones.
“Como muchos compañeros y organizaciones del campo popular, desde el Ateneo Arturo Juaretche – Salta interpretamos al macrismo como un periodo de restauración conservadora con implicancias precisas en nuestra provincia. Si lo primero supone un claro intento del neoliberalismo por subordinar la política a los intereses de grandes agentes económicos que detestan las regulaciones estatales; lo segundo tiene que ver con una realidad provincial congelada en la modalidad que Juan Carlos Romero instauró en la década del 90: una economía que se desarrolla de espaldas al pueblo salteño y un Estado controlado por patricios de viejos blasones y tecnócratas que excluyen la participación, valores y sentires de los sectores populares que terminan convertidos en foráneos en su propio suelo.
Ello y la constatación histórica de que a cada periodo de avance efectivo de derechos políticos y sociales en nuestro país (irigoyenismo en 1916, peronismo en 1945, camporismo en 1973 y kirchnerismo en el 2003) se impusieron largos procesos liberales; nos deslizan a revalorizar un objetivo muchos veces menoscabado en nombre de la pureza revolucionaria: disputar electoralmente espacios en los Estados nacionales y provinciales a fin de instalar ideas, ampliar derechos y abogar por medidas capaces de frenar políticas antipopulares que con la ayuda de una prensa hegemónica que haciendo de la mentira una ciencia, busca convencer a las víctimas de ese modelo lo deseable que resulta el mismo para el país y la provincia, tal como ya ocurriera en la historia reciente de nuestro país.
En ese marco, el Ateneo Arturo Jauretche empieza una campaña de adhesiones y afiliaciones para constituir su herramienta electoral en la ciudad de Salta. No se trata de un capricho electoral. La iniciativa es hija de una convicción profunda: sumarse al esfuerzo que realizan variados sectores políticos y sociales con los que deberemos confluir para disputar al macrismo y los “peromacrismos” las elecciones del 2017 de cuyos resultados depende el futuro de millones de argentinos. El proceso del que somos protagonistas lo exige y las pasiones políticas desatadas a lo largo de una década lo permiten. De la capacidad y las iniciativas de las fuerzas populares dependerán los resultados.
En se marco, adquieren vigencia las palabras de Evita Perón cuando advirtió que a la fuerza brutal de la antipatria había que oponerle la fuerza popular organizada. “Fuerza Popular Organizada”, justamente, será el nombre de nuestra herramienta electoral que busca convertirse en un instrumento más de quienes pretendemos pensar al mundo, el país y la provincia “desde aquí”, tal como en su momento lo propusiera Arturo Jauretche.
Nada nos une a quienes poniendo como horizonte de futuro a los “países serios” del “primer mundo”, terminan alimentando la opulencia de los mismos con el sudor y la exclusión de miles de salteños que viven una situación insólita: contar con recursos naturales asombrosos y ver morir de hambre a sus niños, ver privados a sus jóvenes de empleos, ver como se condena a la precariedad a miles de trabajadores informales, o ver morir a luchadores en las oscuras comisarias del interior provincial.
Muchas diferencias nos separan, además, de las fuerzas tradicionales de izquierda que en nombre de la clase trabajadora demonizan procesos latinoamericanos, nacionales y provinciales como el que representó Miguel Ragone, en nombre de aquello que Fermín Chávez denominaba “doctrinas a-históricas que imaginan un país -y una provincia agregamos nosotros- que no tiene posibilidades de realización”. Una izquierda que en la ciudad de Salta protagonizó un sonoro triunfo electoral que a dos años de ocurrida devino en susurro leve por su incapacidad política de convertir a la ciudad en un territorio geográficamente localizable de ampliación de derechos.
Ir al encuentro de los salteños siempre dispuestos a acompañar a las fuerzas del campo popular, será el primer desafió de Fuerza Popular Organizada. Para ello resulta indispensable evitar las discusiones en torno a los “eternos cuadros políticos” del palacio de la izquierda local, para abocarse no sólo a pedir el apoyo de miles de salteños sino también a conseguir logros apreciables y concretos que dejen bien paradas a la fuerzas populares frente a los sectores conservadores”.