Padres criollos y wichís terminaron a las piñas mientras los alumnos no iniciaron las clases

Un grupo de aproximadamente 30 mujeres de la comunidad wichí bloqueó esta mañana el acceso a la escuela primaria Rosario Vera Peñaloza, en Alto La Sierra, Santa Victoria Este, en protesta por la designación de una docente criolla recién recibida. Molestas porque el Ministerio de Educación de la Provincia otorgó el cargo a una maestra que no pertenece a su comunidad, las manifestantes se sentaron en el portón y en los alrededores del establecimiento para impedir el ingreso de directivos, docentes y alumnos, quienes debían iniciar el ciclo lectivo junto al resto de los estudiantes de Salta.

Todo comenzó a primera hora de la mañana, según relató una docente cuyos hijos también asisten al único establecimiento escolar primario de ese remoto paraje del Chaco salteño, donde estudian tanto niños criollos como originarios. Cerca del mediodía, cuando un grupo de madres criollas, acompañado por un par de efectivos policiales, exigió a las mujeres wichí que permitieran el inicio de las clases, se desataron hechos de violencia. Las propias madres criollas registraron las escenas y enviaron las imágenes a los medios locales.

Alto La Sierra ya había sido noticia en los últimos meses del año pasado, cuando un grupo de originarios que reside en los alrededores del pueblo incendió una vivienda y atacó a familias criollas, a quienes consideran usurpadores de las tierras. Sin embargo, el conflicto es aún más antiguo. La disputa se intensificó a raíz de gestiones de una entidad indigenista, que generaron divisiones entre familias que habían convivido pacíficamente durante más de 150 años. La entrega de los lotes 55 y 14 a las comunidades originarias desató los enfrentamientos, y desde entonces se exige que los criollos abandonen los pueblos, sus fincas y la cría de ganado, su principal fuente de sustento.

Escuela tomada y violencia en el chaco salteño: padres criollos y wichís terminaron a las piñas mientras los alumnos no iniciaron las clases
Belén Chinchilla, docente y pobladora de Alto La Sierra, al igual que sus padres y abuelos, relató en diálogo con FM Ciudad (Tartagal) cómo se desarrollaron los hechos que terminaron con ella golpeada tras brindar un reportaje a Radio Salta.

«En la mañana de hoy, llegamos con nuestros niños con toda la alegría e ilusión de comenzar las clases, pero nos encontramos con que 27 mujeres wichí habían tomado la escuela y no permitían el ingreso de alumnos ni docentes. Mientras ellas bloqueaban el acceso, los hombres wichí se mantenían ocultos a los costados del edificio escolar, lo que generó temor entre las madres que acompañábamos a los niños en su primer día de clases», señaló.

Y agregó: «El argumento que dieron fue que no iban a permitir el inicio del ciclo lectivo porque el Ministerio de Educación había designado a una docente criolla recién recibida». Según los originarios, ella es racista y los discrimina. «Es absurdo, porque esta chica, nacida y criada en el pueblo, jamás había trabajado antes. En realidad, ellos no quieren que los criollos trabajen en ningún lado, simplemente están en contra», dijo.

«Nuestros jóvenes estudian en la escuela primaria y secundaria, y quienes pueden, con mucho esfuerzo, cursan el nivel terciario para poder trabajar en el lugar donde nacieron. Pero nos encontramos con esta situación, que no tiene ningún sentido», expresó la docente.

La docente, también madre de niños que asisten al establecimiento escolar, recordó: «La semana pasada vino la supervisora y les explicó que esta chica, de nombre Edith, iba a trabajar porque el Ministerio de Educación la designó. Como sabían que hoy sería su primer día de trabajo, tomaron la escuela. En realidad, tampoco a los padres originarios les interesa que sus hijos estudien, se formen o se capaciten para, en el futuro, tener un trabajo. Lamentablemente, piensan diferente a nosotros, pero nos exponen a una situación de mucho peligro y violencia. Estamos prácticamente solos, sin que nadie pueda defendernos de sus ataques, de sus caprichos y de estas decisiones violentas que toman», expresó.

Una denuncia de abuso

Belén recordó que en la escuela Rosario Vera Peñaloza «también trabajan originarios, como los docentes bilingües, y precisamente uno de ellos fue denunciado por abuso sexual. A pesar de que en la provincia de Salta existen leyes que impiden que personas con este tipo de acusaciones graves estén en contacto con los niños, ese hombre, por ser wichí, sigue trabajando sin que nadie le impida el ingreso a la escuela. Es un hombre peligroso y problemático, y es uno de los que está impulsando este enfrentamiento, pero aun así continúa en la escuela Rosario Vera Peñaloza».

Cerca del mediodía, las manifestantes atacaron a Belén cuando, acompañada por dos efectivos policiales del destacamento, se acercó al establecimiento escolar para exigir que depongan su actitud violenta. Fue brutalmente golpeada por las mujeres wichí.

Hasta el momento, la escuela de Alto La Sierra permanecía tomada, y más de 200 niños del Chaco salteño seguían impedidos de iniciar el ciclo lectivo.