Pasado el mediodía, CUARTO PODER dio a conocer el contenido de unos audios en los que el diputado Carlos Zapata hablaba pestes de Martín Grande.
Lo acusaba de algo grave: de poner su radio (Fm Profesional) a nombre de un testaferro para poder seguir cobrando una millonaria pauta publicitaria del gobierno macrista, porque un código de ética marca como ilegal que un funcionario cobre por servicios al estado. En este caso, según Zapata, Grande usó un testaferro para seguir cobrando. El ejecutivo macrista le daba plata a un diputado macrista, básicamente.
Zapata explica la maniobra con más gracia:
El diputado provincial comprometió al legislador nacional del PRO.


CUARTO PODER llamó a Zapata para que el legislador confirme o desmienta la veracidad de los audios. Para sorpresa de estos periodistas, confirmó que es su voz la que se escucha; pero argumentó que le habían pinchado el teléfono, y que él lo sabía y que por eso “mandó pescado podrido”.
Sin embargo, es claro que los audios no son grabaciones telefónicas, sino una conversación, donde Zapata se va de boca.
Ahora son aliados. Entonces, Grande dejó de ser corrupto. Ahora es un defensor de la moral y la República.