La discusión pasó a ser más nacional que provincial, aunque los ecos todavía se sienten en Salta. Afortunadamente, aquellos que desean ver al mundo arder no poseen tanto poder como para convertir sus sueños en realidad.
Mal perdedor
“En lugares donde hay pobreza y analfabetismo, es difícil ganar”. Esta frase pertenece a Mariano Campero, intendente de Yerba Buena. La pronunció después de recibir una aplastante derrota por parte de Juntos por el Cambio en Tucumán.
Tras esta declaración tan “Micky Vainilla”, el personaje neonazi de Capusotto, los peronistas de Tucumán encontraron fácilmente motivos para criticarlo.
La ministra de Gobierno y Justicia de Tucumán, Carolina Vargas Aignasse, mostró su indignación y afirmó que “los comentarios despectivos y discriminatorios de Mariano Campero reflejan lo que propone Juntos por el Cambio para el país: una Argentina donde solo hay cabida para un sector de la sociedad y un Estado ausente para aquellos que más lo necesitan”.
Sin sutilezas, un concejal peronista dijo: “Al denigrar a quienes no lo votan a él, muestra claramente los efectos del consumo de sustancias prohibidas en las personas”.
El menos pensado incendiario
“Hay señales de que la conflictividad puede llegar a tener límites insospechados”, dijo Walter Wayar.
La frase completa sería: “Hay señales de que la conflictividad puede llegar a tener límites insospechados, por lo que la política tiene que reaccionar. La política no puede quedarse quieta para mantenerse y sobrevivir mientras pasan las olas. No. La política es la herramienta de acción y progreso de la sociedad y debe actuar”, indicó el legislador.
“Comenzamos a ver que la conflictividad existía porque la parte técnica del Ejecutivo generaba intransigencia; lo técnico, con sus mensajes, generaba aún más virulencia”, afirmó Wayar y continuó: “Por eso, los presidentes de las Cámaras empezaron a actuar políticamente y a resolver los problemas del conflicto, y está muy cerca de llegar a su fin”.
En realidad, a Wayar le gustaría que esos conflictos (ya disminuidos) hagan estallar la provincia. Pero le falta mucho para ser un incendiario.
Alberto, peleado con la realidad
Alberto “El Magnánimo” Fernández, antes del número de mayo: “Oh, no se puede vivir con una inflación del 100%”. Como si dijera: “Oh, la horrorosa inflación del 100%. No podemos soportar esto, queridos ciudadanos”.
Alberto “El Genio de las Matemáticas” Fernández, después de los datos de inflación: “Se podría decir que la inflación llegó al 100% o que se multiplicó por dos, ¡como si eso fuera gran cosa! Mientras tanto, en el resto del mundo, la inflación se multiplicaba por seis, por siete, por ocho, por diez”.
¡Un verdadero maestro de la economía, mis amigos!
Nos estaríamos riendo si no fuera porque la inflación la padecemos y mucho cada vez que intentamos comprar algo: Fede Bal tiene más posibilidades de salir con Taylor Swift que la mayoría de los argentinos de llegar a fin de mes.
¡Scioli está de vuelta! ¿No habían cerrado ese antro ya?
Las negociaciones internas deben estar bastante tensas, ya que Scioli, en medio de las discusiones sobre el acta constitutiva del espacio que establecerá las bases para el reparto de lugares en las listas, salió a decir que “ni aunque le exijan tener los dos brazos” se bajará.
La amenaza del kirchnerismo de aumentar el piso al 40% para evitar que los leales al presidente Alberto Fernández obtengan buenos resultados en el Congreso no logró detener los deseos de la fórmula integrada por Scioli y la ministra de Desarrollo, Victoria Tolosa Paz, precandidata a la gobernación de la provincia de Buenos Aires.
“Por más reglamentos que escriban, Daniel Scioli y Victoria Tolosa Paz seremos precandidatos”, ratificaron desde el entorno de la funcionaria. Además, añadieron: “Iremos de frente ante la ciudadanía para explicar nuestro programa de gobierno y nuestras ideas. Principalmente, nos someteremos al voto popular. Escriban el reglamento que escriban, aquí estaremos”.
“Violencia moral”
Ada Zunino adoptó el papel de víctima. Después de enviar un operativo que terminó con 19 maestros detenidos y recibir un rechazo generalizado, Zunino afirmó sufrir una “violencia inusitada e infundada”.
Parece que Ada no tolera ser criticada en las redes. Aunque un insulto en Twitter no duele tanto como un garrotazo de un policía, la jueza aseguró que sufrió violencia psicológica, moral y espiritual, incluso por parte de docentes involucrados, que la acusaron públicamente de represora y violenta en conferencias de prensa.
Consejo para Ada: si no quieres que te llamen represora, no mandes a desalojar una protesta por la fuerza.