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Es un quilombo

El balotaje de la UNSa concluyó con una ventaja de 0,8% para el oficialismo. La diferencia es tan exigua que se reclama una revisión de actas. Paradojas de un sistema en donde hoy aparece como perdedora la candidata más votada.

El balotaje de la Universidad Nacional de Salta puso con una luz de ventaja al decano de Económicas, Antonio Fernández Fernández, quien obtuvo el 49,5% de los votos, contra el 48,8% que atesoró la fórmula Catalina Buliubasich-Sergio Moreno, los opositores. La diferencia es tan exigua que hasta tanto no se realice la revisión definitiva de las actas, hablar de un ganador sería una irresponsabilidad periodística.

Lo cierto es que, debido al engorroso sistema de votación ponderada que impera en la UNSa, los votos que puedan sustraerse o sumarse en un eventual escrutinio desagregado -que incluya la apertura de urnas- puede revertir el resultado. Un puñado de sufragios de docentes, muy bien ponderados, bastaría para que Universidad Futura se imponga sobre Compromiso Académico y Social.

Los datos llamativos de la elección se resumen en la increíble afluencia de votantes de Económicas, unidad que sumó 1832 votos, mientras que en Exactas, por ejemplo, sólo sufragaron 496 electores. En los pasillos de la facultad oficialista se vieron caras que hacía mucho tiempo que no se veían en el Campus Castañares.

Asimismo, en la facultad de Exactas, donde la tercera fuerza ganó en todos los estamentos en la primera vuelta, sorprendió el crecimiento de Fernández Fernández. Si bien Builiubasich ganó en esa unidad académica, que sumó un total de solo 496 votos, el caudal de la lista Evolución (que tenía como candidato en la primera vuelta al decano Carlos Puga) no se volcó enteramente al proyecto progresista. Según parece, las simpatías que Puga dejó entrever de cara a la segunda vuelta no bastaron, porque los votos de Exactas no serían manejados por el decano sino por el vicedecano actual y decano electo, Jorge Yazlle. Éste habría hecho sus propios acuerdos con el oficialismo clarista.

Hasta tanto se conozca el resultado definitivo, y por ende las nuevas autoridades de la UNSa, resta decir que Builiubasich volvió a ser la candidata más votada. Universidad Futura se quedó con 3549 sufragios, 120 más que las 3429 voluntades que cosechó el clarismo. Además, de los cinco estamentos (profesores, estudiantes, auxiliares, graduados y PAU), Builiubasich se coronó en tres, pero los de menos valor por el sistema ponderado. Es decir, el triunfo estadístico parcial es del oficialismo, pero el mayor consenso es de los opositores. Restan esperar los resultados definitivos.

Las dudas

Párrafo aparte para algunas cuestiones del acto comicial, que dejan entrever dónde se cocinaron los resultados provisorios difundidos anoche. Hasta las 22:00 de anoche, la página oficial del Centro de Cómputos de la UNSa no había publicado nada, mientras que en la primera vuelta se fueron colgado los datos a medida que iban entrando. En este caso se publicaron todos de una sola vez.

¿Dónde se situó el Centro de Cómputos oficial? El órgano, supuestamente imparcial, estuvo apostado en el segundo piso de la facultad de Económicas, adonde se cerraron las puertas con candado impidiendo el ingreso a los miembros de Universidad Futura. Paralelamente, militantes que acompañaban a Fernández Fernández se paseaban con bombos y banderas adentro del edificio vedado para los opositores.

Asimismo, sorprende el resultado lapidario de algunas mesas. En Tartagal una mesa de estudiantes concluyó con un categórico 90 a 3 a favor del clarismo, mientras que en Santa Victoria fue 20 a 0. Se pedirá la impugnación de algunas mesas como éstas, adonde aparentemente habrían votado personas que no estaban empadronadas.