Palabras que sostienen el relato mediático de la violencia machista que se reproduce una y otra vez para culpar moralmente a la mujer que la sufre en su cuerpo y la paga con su vida, sostienen desde la a Red PAR Salta–Periodistas de Argentina en Red, quienes se sumarán hoy a la marcha.

Desde la Red PAR Salta –Periodistas de Argentina en Red, Por una comunicación No sexista- acompañan y adhieren a la lucha constante y sin tregua de las diversas organizaciones de mujeres. Reproducimos a continuación su comunicado:

Es su culpa. Son monstruos. Era puta

 

Estos adjetivos sostienen el relato mediático de la violencia machista que se reproduce una y otra vez para culpar moralmente a la mujer que la sufre en su cuerpo y la paga con su vida; para intentar dejar más allá de la normalidad, la responsabilidad y la ley a sus perpetradores y asesinos, al calificarlos como: “monstruos, enfermos, adictos”. Estrategias utilizadas para normalizar, en cambio, la violencia contra la mujer sostenida en estereotipos que tienen más de 2000 años y, desde Eva, las colocan en el lugar del pecado, donde cualquier forma de violencia parece justificarse.

La responsabilidad y la ley a sus perpetradores y asesinos, al calificarlos como: “monstruos, enfermos, adictos”. Estrategias utilizadas para normalizar, en cambio, la violencia contra la mujer sostenida en estereotipos que tienen más de 2000 años y, desde Eva, las colocan en el lugar del pecado, donde cualquier forma de violencia parece justificarse.

Esta es la construcción cultural de la sociedad y así lo reafirman en sus relatos, opiniones, imágenes, abordaje informativo la gran mayoría de los medios de comunicación. Y más aún, aquellos medios que hoy se atribuyen, hegemónicamente, lo que es un derecho, un servicio como lo es la comunicación, olvidando que el deber de informar conlleva una responsabilidad social. La comunicación es un bien público y lo público es aquello atinente a la dignidad de todos y todas. Ningún medio puede desatender su responsabilidad en este sentido.

 

El lenguaje es el lugar desde  donde nos describimos y describimos el mundo. Es el sistema mediante el cual expresamos nuestras ideas, valores y creencias y el que vehiculiza los contenidos de  desigualdad entre los sexos En el proceso en el que se internalizan estos contenidos sexistas, participan activamente, la familia, la escuela, la iglesia, la sociedad, los Medios de Comunicación, el estado. El relato de los Medios de comunicación, se estructura sobre la base de un lenguaje sexista, discriminatorio, patriarcal, que desalienta la posibilidad de construir una sociedad más igualitaria

Hoy más que nunca, exhortamos a todas y cada una de las personas que trabajamos en el ámbito de la comunicación a replantearnos y reflexionar sobre la práctica profesional. A construir otras miradas sobre las realidades de las mujeres y de la sociedad en general. A cuestionar los propios prejuicios y creencias sobre los roles del hombre y la mujer, especialmente sobre mujeres lesbianas y trans, impuestos por esta sociedad patriarcal. Y a comprender que la igualdad y desigualdad de lxs derechos humanxs también las construimos desde nuestra labor.

 

Podemos elegir, entre continuar reproduciendo y legitimando estas desigualdades que son la base de todas las violencias hacia niñas y mujeres o constituirnos como agentes de cambio para construir una sociedad equitativa, justa e igualitaria.