Reflejo de la época actual: un informe del Isepci revela un incremento en la asistencia a los comedores y merenderos de los barrios salteños. Las tibias respuestas de los gobiernos provincial y nacional y las advertencias de los movimientos sociales. (Gonzalo Teruel)
Son apenas seis páginas que contienen una caratula y un cuadro de presentación, una tabla con información estadística y tan sólo 4 párrafos con las pertinentes explicaciones. Sin embargo, el informe del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana es contundente y no necesita más para presentar una preocupante realidad en los más humildes barrios salteños.
“El relevamiento efectuado en 57 barrios y en 73 Centros Comunitarios de la Ciudad de Salta para el mes de mayo arroja el dato de que 4.762 niños entre 18 meses y 16 años concurren a merenderos y comedores comunitarios de los barrios relevados” cuenta el informe del Isepci. Y de inmediato revela que esa cifra “representa una variación del 41,18% con respecto al mes de diciembre de 2015”.
Para que no queden dudas: de acuerdo al relevamiento del Isepci entre diciembre y mayo creció más de un 40% el número de niños, niñas y adolescentes salteños que concurren a comedores y merenderos populares.
“Se registra, además (la) apertura de nuevos centros en 5 barrios independientemente de la variable socioeconómica” agrega el documento y advierte que “en el análisis cualitativo de la información surge además un incremento en la cantidad de adultos mayores que comienzan a concurrir a los diferentes Centros Comunitarios en búsqueda del alimento diario”.
Indagado por lo sucedido en los dos últimos meses (junio y julio) y aclarando que la información estadística todavía no está sistematizada, Ignacio Palarik, responsable de la medición al mes de mayo, confirmó un “rebrote de la pobreza que se visualiza cada vez más”. “Lejos queda la Pobreza Cero, fue solo un slogan de campaña” lamentó y advirtió “la vuelta a la informalidad en un contexto muy complejo de changas paralizadas, aumento de tarifas e inflación”.
Además, el referente del Movimiento Barrios de Pie aseguró que “en los barrios salteños reaparecieron mecanismos que hacía mucho que no veíamos como el trueque o las compras colectivas”.
Ante la consulta de Cuarto Poder, el secretario de Políticas Sociales, Christian Saade, reconoció que conoce la información del Isepci pero aseguró que “no se registraron pedidos de incremento en los comedores que dependen de la provincia”.
Y los voceros del ministro de Desarrollo Comunitario, Luis Gómez Almaras, sintetizaron los mecanismos de intervención social del gobierno provincial.“Desde Políticas Sociales se realizan transferencias mensuales a 6 municipios con un total de 50 comedores infantiles, donde se reciben niños de hasta 6 años” indicaron y detallaron que 4.694 niños de Embarcación, Colonia Santa Rosa, Metán, Rosario de Lerma, Capital y San Lorenzo son asistidos con financiamiento provincial “pese que la ayuda social está descentralizada y es responsabilidad de los intendentes desde el año 2010”. Hasta abril el financiamiento provincial fue de $450.624 y en mayo se realizó un incremento del 100% para llegar a $938.800.
“Es necesario recordar que en 2014 el gobierno puso en marcha el programa ‘Comer en Familia’ que redistribuyó los fondos destinados a comedores infantiles en beneficio de las familias, con la finalidad de garantizar los derechos del niño” advirtieron desde el despacho del ministro Gómez Almaras y repitieron que “el gobierno entrega a las familias, a través de los mecanismos municipales, los fondos que se destinaban a los comedores infantiles”. Según los portavoces del ministerio, en la actualidad una familia en situación de vulnerabilidad recibe además de la Asignación Universal por Hijo (entregada por el gobierno nacional) la cobertura del Abordaje Integral de Políticas Alimentarias Salta.
La responsable de la oficina regional del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Bettina Romero, informó que “efectivamente, el Programa de Seguridad Alimentaria aumentó la ayuda a los comedores en un 40%, antes se abonaban $8 por niño y ahora se pagan $11”. “Esa ayuda es sólo para cubrir gastos alimentarios, las otras demandas que puedan tener estas instituciones en mejoras edilicias o de servicios corresponden a otros programas del gobierno” amplió.
Según indicaron desde la oficina local de la cartera nacional, “se están atendiendo los pedidos y demandas de salud, ayudas urgentes, pensiones no contributivas, talleres familiares, monotributo social, capacitaciones y microcréditos y se están mejorando los servicios no solo en cuanto a los beneficios sino a la cantidad de potenciales beneficiarios”.
El optimismo de Romero, sin embargo, no necesariamente es compartido por los funcionarios del gobierno nacional. Hace pocas semanas, de recorrida por la provincia, la subsecretaria de Hábitat y Desarrollo Humano, Marina Klemensiewicz, reconoció brutal que “en Salta vi la pobreza que más me dolió”.
“Son realidades que nos dolieron mucho, nos costó mucho como equipo. La realidad es muy desgarradora. Hay muchísimo abandono de la persona. Una población adormecida” aseguró y confirmó que de los 100 lugares más vulnerables del país, 17 están en la provincia. En esa oportunidad anunció una inversión de $900 millones que la administración nacional enviará a la provincia para el mejoramiento de barrio “haciendo cloacas, veredas, cordón cuneta, espacios públicos y poniendo iluminación”.
En todo el país
El de Salta no es un caso aislado. Dirigentes sociales de todas las provincias argentinas informan un de deterioro en las condiciones económicas en los sectores populares.
Por eso, desde distintas organizaciones comunitarias ya anticipan que durante el mes de agosto se intensificarán las protestas contra la política económica del gobierno de Mauricio Macri. En efecto, este domingo Barrios de Pie, el Polo Obrero y el Movimiento Evita, entre otros movimiento sociales, marcharán desde Liniers (en el conurbano bonaerense) hasta la Plaza de Mayo. Será justo en la festividad de San Cayetano y con el guiño cómplice del Papa Francisco.
Otras organizaciones y partidos de izquierda harán lo propio el próximo martes en las calles de Buenos Aires mientras las centrales sindicales preparan una nueva marcha federal y, posiblemente, un paro nacional para fin de mes.
“Con la inflación y la pérdida de las changas hay 2 millones más de pobres” dijo Daniel Menéndez de Barrios de Pie mientras que Gildo Onorato del Movimiento Evita advirtió que “la situación es grave (porque) estamos discutiendo si los pibes morfan o no, si van a la escuela con la panza llena o no”. Estas críticas al gobierno de Macri fueron extendidas al de Cristina Fernández por Eduardo Belliboni del Polo Obrero que lamentó que “no cambió nada con respecto al kirchnerismo, sigue todo igual”.
En una entrevista conjunta en el diario La Nación, los tres dirigentes sociales coincidieron en que “los piquetes seguirán porque no hay solución a los reclamos” y llamaron a “frenar a Macri” porque, según denunciaron, “el gobierno es una máquina de generar pobreza”.
Y, ante una provocativa pregunta por lo que pueda pasar “en diciembre”, advirtieron que “los que están empujando a la crisis son los sectores de poder” y que “es un mes donde se concentra mucha angustia y si no aflojan con la intensidad del ajuste, más allá de que nadie quiera cualquier situación hasta violenta, no van a poder obligar a que la gente se quede en la casa”.