Las salutaciones de fin de año que solían enviar los funcionarios gubernamentales desde sus respectivas áreas, quedaron en el pasado al menos hasta que soplen mejores vientos.

Las medidas de austeridad suman una nueva víctima: las tarjetas de fin de año. Las clásicas salutaciones que los funcionarios provinciales enviaban a empresas, periodistas y otras instituciones quedarán en el pasado como producto del decreto 1603/17, que fija medidas de eficiencia en el gasto público.

La medida alcanza también a los clásicos agasajos de fin de año que suelen ofrecerse a los empleados estatales, como así también a los homenajes y recepciones.

En una nota dirigida al Administrador del Servicio de Administración financiera, se deja establecido que:

«en el marco de las medidas dispuestas en el decreto 1603/17 tendientes a asegurar la utilización eficiente de los recursos del estado, en un marco de austeridad y eficiencia en la asignación de recursos públicos, los gastos de recepción, cortesía, homenajes, impresión de tarjetas de salutación, agasajos y similares no podrán ser afrontados con gastos públicos.