Con la construcción de nuevas centrales nucleares, Argentina duplicará su demanda de uranio natural que extraerá de la mina salteña Don Otto y otros yacimientos.
 
Las nuevas centrales nucleares, cuya construcción fue acordada por el presidente Mauricio Macri en su reciente visita a China, demandarán para su funcionamiento unas 280 toneladas de uranio natural adicionales a las 250 que actualmente requieren las plantas de Embalse, Atucha I y Atucha II.
 
“La primera de las centrales que comenzará a construirse en enero en la localidad bonaerense de Lima, brindará una potencia instalada de 700 mw y demandará unos 7 años de construcción, mientras que la segunda de las centrales se localizará en la provincia de Río Negro, aportará 1.150 mw de potencia y requerirá unos 8 años de obras a partir de 2020” consignó un cable de la agencia Telam.
 
Con esta proyección, fuentes de la Secretaría de Minería explicaron que los requerimientos de aprovisionamiento de uranio (mineral esencial en el proceso de generación energética de las centrales nucleares) para las nuevas centrales sumarán unas 280 toneladas anuales de importaciones de uranio.
 
“Para atender esta demanda, si se consideran los recursos actuales identificados en el subsuelo se estima la existencia de unas 31.000 toneladas de uranio, lo que comprende los Recursos Razonablemente Asegurados (RAR) y Recursos Inferidos (IR), por lo cual se calcula un abastecimiento de 60 años para las 5 centrales” añadió la agencia oficial de noticias que finalmente identificó en qué lugar del país se encuentran esos recursos minerales.
 
“Los recursos identificados en el país se encuentran Sierra Pintada; Cerro Solo, Chubut; Don Otto en Salta (U3O8 Corporation); Laguna Colorada, Laguna Salada en Chubut (U3O8 Corporation); y Meseta Central también en Chubut (Ur América), de acuerdo al relevamiento de la Secretaría de Minería” concluyó  el cable de Télam.
 
Mina Don Otto (Planta Don Otto para la Comisión Nacional de Energía Atómica) se encuentra a 150 km de la ciudad de Salta en el distrito Tonco/Amblayo que comprende una serie de cuerpos uraníferos distribuidos en un área de 90 kilómetros de extensión norte/sur y 60 kilómetros este/oeste.
 
La mayoría de estos cuerpos fueron descubiertos mediante prospección aérea en 1959. El mayor de ellos se denominó Don Otto y hacia 1960 se decidió su explotación.
 
Los laboreos se realizaron en forma subterránea, prácticamente en su totalidad. En función de las reservas y el tipo de mineralización, se decidió la lixiviación ácida del mineral en pilas, utilizando este método por primera vez en nuestro país. Los ensayos previos se realizaron en la planta de Córdoba.
 
En 1964 entró en operación extrayendo 10 mil toneladas de mineral por año y, hacia 1980, llegó a una producción de casi 100 mil toneladas por año. Al principio, y dada las cantidades involucradas, los lixiviados provenientes de las pilas se precipitaban con óxido de calcio y se disponían en áreas especiales para su secado. El producto resultante, un preconcentrado cálcico con muy bajo contenido de uranio (del 1% al 3%) era tratado en la planta de Córdoba para obtener concentrado comercial.
 
Argentina dejó que extraer uranio en 1997 durante la presidencia de Carlos Menem cuando se decidió importar la materia prima y se terminó la producción.