La Fiscalía Penal de Rosario de Lerma imputó a Roberto Flores, de 41 años, por la comisión del delito de “Maltrato y actos de crueldad contra animales y amenazas en concurso real”.

Roberto Flores, alias «Quintín» fue detenido ayer en el marco de las investigaciones por el envenenamiento masivo de animales en San Luis. Esta mañana fue imputado  por «Maltrato y actos de crueldad contra los animales y amenazas en concurso real».

El fiscal también pidió el mantenimiento de la detención y del secuestro de distintos elementos obtenidos a partir del allanamiento en la finca ubicada sobre ruta provincial N° 87. Hay un pedido de captura vigente para el dueño de la finca, informó Fiscales Penales.

Durante el transcurso de la semana se sumaron nuevas denuncias. En su denuncia, una de las mujeres expresó que “el material no solo realizó estragos en los animales domésticos, sino que también afectó a la fauna silvestre”. Pidió la declaración de la emergencia ambiental y la intimación al propietario para la erradicación del material.

El decreto de imputación contiene los informes policiales, inspecciones oculares, fotografías de los animales que habrían sufrido envenenamiento, declaraciones testimoniales de vecinos y veterinarios, informe de allanamiento e informe toxicológico del CIF, que confirmó que la sustancia tóxica es Carbofurán.

Cita el decreto de imputación que de los relatos de los distintos denunciantes “se advierte de forma patente y clara cómo la acción del encausado, quien introdujo veneno en trozos de carne y los arrojó en cercanías de la Finca en donde desarrolla tareas, sita en barrio El Refugio Ruta Provincial 87 KM 3 de San Luis, produjo el padecimiento, sufrimiento y muerte de los animales que habrían sufrido envenenamiento”.

Flores también fue imputado por amenazas en concurso real, porque un ciudadano denunció que la mañana del martes 29 de octubre pasado, el acusado le habría manifestado “atá a tu perrito ya que esta noche voy a tirar carne con veneno”, anunciando la producción de un mal, cierto, grave, futuro e inminente, susceptible de causar alarma o amedrentamiento, y coartar la libertad psíquica de la víctima. Y pudo acreditarse “sobradamente por los distintos daños provocados por el encausado”, que se materializó el mal anunciado, lo que mostró “de manera contundente y clara que los dichos vertidos tenían entidad e inminencia”.