La sequía redujo el stock ganadero un 35%, no hay trigo, el 30% de la soja se perdió y de 220 mil hectáreas de poroto se cosecharan sólo 35 mil. Pequeños productores salteños participan en Bs. As. de un foro con la esperanza de que la crisis retumbe en la capital nacional. (Federico Anzardi desde Buenos Aires)
En los últimos días se conocieron, además, los números, tan escalofriantes como el cadáver de un animal hecho polvo y la desolación de una tierra arrasada por la nada misma. El stock ganadero en la provincia bajó alrededor del 35%, lo que implica pérdidas de más de $700 millones. La agricultura, que ya venía en retroceso, acentuó su caída. La falta de lluvias provocó que no haya trigo sembrado, que el 30% de la soja plantada se haya perdido y que sólo se hayan cosechado 35 mil hectáreas de porotos, de un total de 220 mil.
El gobierno salteño envió cereales para paliar la falta de alimentos para los animales y fue denunciado de pagar sobreprecios en su compra de hasta el 60%. En los últimos días se conoció que la provincia pagará $1666 cada tonelada de maíz, cuando en la Bolsa de Rosario el mismo producto se vende a $870. Los mayores perjudicados por la sequía son los pequeños productores, que en una situación medianamente normal consiguen ganancias de apenas 30 mil pesos anuales. Hoy corren el riesgo de perderlo todo. “Al gobierno no le interesa la agricultura familiar, en pequeña escala. En San Martin y Rivadavia, la mayoría son pequeños productores. Se produce ganado bovino, un poco de porcino y caprino. Toda esa cantidad de ganado está en manos de pequeños productores. Aunque haya grandes empresas produciendo, la concentración de hacienda está en el pequeño productor. Ese no es un dato menor, los gobiernos de la provincia lo saben. Aún así, todavía siguen ignorando a la agricultura familiar”, dice Alfredo Riera, dirigente campesino y delegado del Foro Nacional de Agricultura Familiar por Salta.
Riera pasó los últimos días en Buenos Aires, donde se desarrolla el II Encuentro Mundial del Chaco. Las tres jornadas (19, 20 y 21 de septiembre) reúnen a dirigentes indígenas, campesinos y empresariales; organizaciones civiles y referentes de gobierno. Todos unidos bajo un mismo deseo: que “el Gran Chaco sea el resguardo de la vida del planeta y sinónimo de dignidad para su gente.” El evento se lleva a cabo hasta hoy sábado en el Auditorio Buenos Aires, ubicado en el Centro Cultural Recoleta. Que el encuentro de habitantes y referentes del Gran Chaco (que abarca regiones de Argentina, Bolivia, Paraguay y Brasil) se realice en un lugar como Buenos Aires responde a una vieja máxima todavía en vigencia: si las cosas no retumban en la capital nacional, pasan desapercibidas.
Así, impactando en los medios nacionales, fue como se terminó de centralizar el problema de la sequía, algo que los productores y organizaciones del norte de la provincia vienen reclamando desde hace tiempo. Para Riera, el gobierno de Juan Manuel Urtubey “es sordo”. El dirigente campesino explica que los pedidos de audiencia con el gobernador se han ido acumulando sin obtener respuesta. “Cuando (Urtubey) fue candidato, en una charla debate en la UNSa, firmó un compromiso con nosotros. Iba a recibirnos e iba a empezar a articular con la agricultura familiar. Eso nunca se cumplió”, cuenta.
Riera forma parte de una familia de productores. La suya es la tercera generación que se dedica a esto. Cuenta que más de una vez debieron empezar de cero. “Eso es común en el pequeño productor, quedarse sin nada. No hay más porfiado que el productor, porque pierde y vuelve a empezar. Especialmente en esta clase de producción, en pequeña escala”, dice.
La importancia del Gran Chaco
En el Centro Cultural Recoleta se mezclan las tonadas del Norte argentino con las de Paraguay, Bolivia y Brasil, todas condimentadas con el omnipresente, avasallante y local acento porteño. En los salones se discute sobre desarrollo sostenible, políticas públicas, cambio climático, acceso al agua, economía, cooperación internacional, encuentro de sectores indígenas, turismo, además de realizarse proyecciones de películas y ventas de libros. En total, unas 600 personas pasan por el lugar para trabajar sobre el Gran Chaco.
El Gran Chaco es el segundo megabosque de toda América después de la Amazonía. Está presente en cuatro países. Posee tres veces el tamaño de Alemania, y alberga a siete millones de habitantes. Es el hogar de 30 etnias con, al menos, 29 lenguas con distinto grado de vitalidad. Ambientalmente es el bosque seco más grande del mundo y la segunda masa boscosa americana.
Alberto Yanosky, Director Ejecutivo de Guyra Paraguay, una organización que forma parte de Redes Chaco, manifestó desde Asunción que el Encuentro “es de importancia crucial para el Paraguay y Argentina, donde las tasas de desmonte son las más altas de la región. Tenemos que hacer algo urgente”.
El desmonte está fuertemente relacionado con los padecimientos que están sufriendo los habitantes del norte provincial. Para Marcela Carbajal, intendenta del municipio Rivadavia Banda Norte, el monte “es necesario para la gente y los animales”. Carbajal también forma parte del Encuentro, participando de una mesa de Intercambio sobre soluciones para la problemática de agua en la región. Desde 2011, esta mujer ocupa el cargo que durante años perteneció al cuestionadísimo Atta Gerala.
Carbajal cuenta que en su municipio “hay grupos que apoyan extraer el monte sin control y nosotros, que estamos en su defensa y vemos cómo sobrevivimos a este problema”. Riera aporta: “Queremos poner más árboles. Tenemos presentados treinta y pico de proyectos. Los fondos de la Ley de Bosques están en la provincia y esos proyectos no están saliendo”.
“La otra vez fui a visitar a unos amigos en un puesto y pasé por un lugar que era todo monte antes y quedó como esto (señala al piso del salón), todo liso. Lo único verde que ves es la tierra de los pequeños productores, donde todavía está el monte. Pero son como una flor en un mantel. Hay una acá, otra más allá”, recuerda Riera. Agrega que “el Chaco no es para que se hagan grandes extensiones de desmonte. No es la Pampa Húmeda. La defensa de nuestros territorios es eso, la fuerza es el monte”. Opina que se debe hacer una ganadería amigable con el monte, apotrerado, con siembra, toda la infraestructura que realmente necesitan los pequeños productores. “Las grandes empresas piensan distinto. En los lugares que pueden poner soja, ponen soja, porotos, maíz. En las zonas áridas han desmontado mucha cantidad”, indica.
Desmontes en Salta
Según un informe de Greenpeace publicado en julio, la superficie deforestada en Salta desde 2008 en adelante, es de 330.504 hectáreas. La provincia se encuentra en el segundo lugar de las más deforestadas, sólo detrás de Santiago del Estero.
El informe, llamado “Salta: el festival de desmontes no se detiene”, asegura que Juan Manuel Urtubey “continúa con la política de desmonte” de Juan Carlos Romero, y que desde la sanción de la Ley de Bosques, en noviembre de 2007, se deforestaron 350 mil hectáreas en toda la provincia. 100 mil de ellas dentro de zonas protegidas. Existen fuertes rumores de que la organización ecologista estaría preparándose para desembarcar nuevamente en Salta durante los próximos días, como protesta por estos hechos. La recordada intervención en la Catedral de la ciudad hace dos meses fue la última gestión mediática que Greenpeace tomó hasta el momento.
Alfredo Riera asegura que deben salir los proyectos de la Ley de Bosques para poder defender a los productores y a sus tierras. “Para forestar, hacer pastura bajo monte, agregar más monte a las tierras. Preparar forraje de ese modo es estar preparado para enfrentar a la sequía. Porque donde existe el monte, existe aún mucha más posibilidad para tener a los animales en el Chaco que cuando no está”.
Carbajal cree que en la zona falta “falta un cambio de actitud y consciencia”. “Hace poco tuve una reunión con directivos y maestros de escuela -continúa. La educación es clave para el desarrollo y para revertir esta situación. En algún momento va a llover. Cuando ocurra, ¿cómo hacemos para aprovechar el agua? A través de la cosecha. La agricultura es casi nula en nuestra zona. Decíamos que era por la falta de agua, pero cuando accedemos a ella no la aprovechamos bien. Ese es el desafío nuestro. Tenemos que enfrentarnos a realidades ideológicas, de grupos con los que no podemos acordar sobre estas posturas. Quizás, con esto que estamos viviendo, toda la gente se convenza y podamos definir una política ambiental para nuestra zona. En Brasil lograron convivir con el semiárido chaqueño como el que nosotros tenemos, pero también tienen una fuerte inversión del estado.”
El gobierno de la provincia no sería el único que hace oídos sordos a los reclamos de los pequeños productores. La oposición tampoco se destaca por su interés. Carbajal cuenta que en su municipio se organizó una gran asamblea antes de las PASO y ninguno de los precandidatos a diputados y senadores apareció por allí. Apenas una secretaria de Alfredo Olmedo.
Riera insiste: hay que estar preparados para las emergencias. “Si no, hacemos como los bomberos, toda la vida salimos a apagar incendios”. Ante la falta de lluvias, las pérdidas y la ayuda insuficiente, para este productor “el panorama es poco alentador”. “Hace un año que no llueve. Antes, los dos últimos años, llovió pero no lo suficiente, así que venimos de una sequía larga. Hasta que llueva y haga efecto lo de la emergencia, van a seguir muriendo animales.”