El organismo municipal recientemente creado se encuentra en estado de acefalía y los trabajadores temen por la disolución del área. Su presidente, cercano a la intendenta Romero, se ausentó de su cargo sin mediar explicación.

En 2020, mediante la fusión de la Oficina de Empleo y la Escuela de Artes y Oficios, el municipio capitalino creó el Ente de Desarrollo Económico, Formación y Capacitación para la Promoción de Empleo. Entre las motivaciones de su creación se destaca “la necesidad de propiciar investigaciones socio-comunitarias que identifiquen las necesidades formativas y de capacitación profesional de los vecinos de la ciudad de Salta, brindándoles una herramienta eficaz para la obtención de un empleo digno”.

El nacimiento del organismo se dio en medio de denuncias planteadas por fundaciones que brindaban talleres arancelados en los CIC’s barriales. Los cursos estaban permitidos por la anterior gestión y tenían costos que rondaban los $300-$400, pero en enero del año pasado se les informó que no podrían continuar trabajando en las instalaciones del estado. Para algunas instituciones, la decisión abría las puertas a un eventual desembarco de fundaciones como Roberto Romero o Fundara, íntimamente ligadas a la familia de la intendenta.

Para desestimar los señalamientos, la gestión romerista puso en funcionamiento el Ente de Desarrollo Económico y designó en el cargo de presidente al ingeniero Pablo Gastón Santoro. Pero los conflictos no tardarían en llegar.

 

El organismo se encuentra actualmente acéfalo y desde el municipio no dieron respuestas sobre la salida irregular de titular del área. Además, los desmanejos y malos tratos por parte de Santoro fueron reiterados durante los dos años de existencia del ente. Según cuentan, el funcionario que supo prestar tareas para empresas como Tecpetrol y Sales de Jujuy, tiene un marcado desprecio por los trabajadores municipales, a quienes trata reiteradamente de «vagos».

El joven profesional tiene un vínculo directo con la familia Romero y tal vez eso le habría otorgado la potestad de no retomar sus funciones después de tres semanas de licencia, entre otras atribuciones. Sucede que Santoro es esposo de la arquitecta Ana Laura Juri, quien a su vez es prima de la intendenta Bettina Romero. Muchos también le atribuyen a este parentesco el hecho de que haya sido designado como vicepresidente de la Panadería Social, un organismo que actualmente está en la mira por las pésimas condiciones y falencias del lugar.

 

Discordia temprana

El desencanto de los trabajadores del ente comenzó al poco tiempo de que el organismo se creara. Según informaron a este medio, el presidente ordenaba a los empleados trabajar con sus propios recursos, lo que implicaba disponer de sus propios vehículos, poner nafta de su bolsillo, entre otras cosas. A muchos de ellos se les dijo que tendrían la posibilidad de ascender en el esquema de cargos, aunque en los hechos, sólo fueron promesas.

Para sorpresa de muchos de los integrantes del ente, Santoro se tomó vacaciones a comienzos de octubre por tres semanas. Su reincorporación tendría que haberse concretado en noviembre, pero al día de hoy la dependencia municipal se encuentra acéfala.

Por el hecho no hubo siquiera un aviso informal, mucho menos un comunicado oficial. Semanas atrás, en el Boletín municipal, se publicó un decreto a través del cual se informa que el presidente del Ente de Desarrollo Económico, Formación y Capacitación para la Promoción de Empleo, Pablo Gastón Santoro, «se ausentará de sus funciones». En el mismo decreto se designa al frente del ente a la actual jefa de Gabinete, Agustina Gallo, desde el 12/10 hasta el 29/10. Curiosamente, la fecha de publicación del decreto coincide con la finalización del mandato provisorio. Desde entonces, el organismo carece de dirección.

A pesar de que su ausencia en el ente está injustificada desde el mes pasado, al ingeniero no le tembló el pulso a la hora de descontar días no trabajados a empleados del organismo. En una ocasión llegó a deducir $25 mil del salario de un empleado por inasistencias que estaban previamente anunciadas y acordadas. Pese a haber prometido al trabajador que se encargaría de justificar los artículos y los feriados, más tarde argumentaría que dicho acuerdo nunca existió.

Al igual que en la Dirección de Espacios Públicos, en el Ente de Desarrollo Económico reina la incertidumbre respecto de la continuidad de los trabajadores. Mientras persiste el desconcierto, sobrevuela la idea de una eventual disolución del organismo municipal y la pérdida de varias fuentes de trabajo.

Ausente por negocios

Un mes antes de la creación del Ente de Desarrollo Económico quedó asentada en el Boletín Oficial, la constitución de una sociedad comercial bajo la denominación ENARGY SRL, con un capital social de $600.000. El consorcio está integrado por el presidente ausentado del Ente, Pablo Gastón Santoro y su esposa Ana Laura Juri, prima de la intendenta Romero. En su perfil profesional, la arquitecta destaca la realización de proyectos en el Museo Pajarito Velarde, de propiedad de la familia Romero; y en REVESA, la empresa de Aldo Juri, tío de la intendenta.

Entre las prestaciones que la sociedad ofrece figuran: Servicios de Operación y Tareas de mantenimiento en el Área de Ingeniería; Servicios de Consultoría; Servicios de arquitectura, Servicios de asesoramiento y Construcción. Si bien, el emprendimiento matrimonial funcionó en paralelo a las actividades del Ente de Desarrollo Económico, son muchos los que encuentran en la actividad privada de Santoro, la explicación a su prolongada ausencia.