El propietario de una carpa carnavalera en Cachi se encadenó en la puerta de la municipalidad porque no le dieron la habilitación para realizar más bailes. Organizó dos y luego no pudo hacer más.

Este es el primer caso de una persona encadenada como método de protesta en el apacible pueblo cacheño, al menos así lo asegura Antonio Zuleta en su muro de Facebook, donde además publica las imágenes que reproducimos en esta nota.

Según la publicación realizada ayer, el señor Jorge Figueroa, dueño de la carpa La Salamanca, tuvo la idea de encadenarse a un arbolito al frente del edificio municipal “en protesta porque no le otorgan el permiso para continuar realizando bailes en su carpa”. Luego agrega: “Lo que plantea Figuroa, es que se coarta la libertad de trabajo, agregando que al haber competencia, mejora la calidad en atención y espectáculo, así las cosas, ambas partes plantean sus razones, y no hay miras de un acuerdo, el intendente viajo a Salta Capital y el ENCADENAÓ no afloja” (sic).

Según lo relatado, Figeroa ya habría realizado un par de bailes antes de que tuviera el percance con la municipalidad por el cual se vio impedido de continuar con las fiestas. Ahora está a la espera de una respuesta.