Mediante diferentes maniobras el vicedirector de la institución Gabriel Tejerina Navarro, le prohibió a los alumnos que hablen de “religión y política” y que puedan reunirse para conformar el centro de estudiantes.

La denuncia pública fue hecha por un alumno de la institución a través de sus redes sociales.

“Soy alumno del colegio Arturo Illia N°5076, voy a contar todo lo que viene pasando a lo largo de estos meses en el colegio y como todo esto es respaldado por el director Luis Marcelo Romano”, describió Exequiel.

En agosto de 2013 se aprobó la ley nacional 26.877 que promueve la creación de Centros de Estudiantes en las instituciones públicas y privadas de todo el país, esta ley en su artículo 1 establece: “Las autoridades jurisdiccionales y las instituciones educativas públicas de nivel secundario, los institutos de educación superior e instituciones de modalidad de adultos incluyendo formación profesional de gestión estatal y privada, gestión cooperativa y gestión social, deben reconocer los centros de estudiantes como órganos democráticos de representación estudiantil”.

El estudiante contó que, desde antes de las vacaciones de invierno últimas, empezó a contactarse con delegados de distintos cursos para formar el Centro de Estudiantes.

Al enterarse de la iniciativa -explica el alumno-, el vicedirector Gabriel Tejerina Navarro le advirtió que no podía reunirse con los otros delegados, anunciándole además que el Centro ya se estaba formando. Tiempo después, un grupo de alumnos -delegados de curso- le informaron que el Estatuto que se estaba redactando especificaría que no se podrían abordar temas religiosos ni políticos.

Uno de los reclamos de Exequiel es que las autoridades -encabezadas por el director Luis Marcelo Romano- le impidieron toda participación en la elaboración del Estatuto; incluso fueron más allá, prohibiéndole que se reuniera con otros estudiantes fuera del horario escolar y fuera de la institución.

“Empiezo a juntar gente para por lo menos conformar una lista, y quedamos en hacer una reunión, hicimos un flyer, y difundimos, esta información llega al director y empieza a decir a todos que no vayan, que no tenemos autorización del colegio ¿de qué autorización me hablas?”, señaló el alumno.

A partir de la conformación de la Coordinadora de Estudiantes por el aborto legal, alumnos de diferentes instituciones educativas de Salta entendieron que ante el nulo incentivo por parte de adultos docentes, ellos deberían tomar la palabra para organizarse y participar políticamente. Algo que debería alegrar gratamente a los directivos, cosa que no sucede. Ante la organización estudiantil ¿Miedo a que tienen las autoridades educativas que le prohíben organizarse?