José Luis Sejas Rosales, el poderoso empresario de transporte boliviano cuyos camiones fueron varias veces secuestrados en Salta por transportar drogas, finalmente se entregó a las autoridades bolivianas. Ahora Argentina pide su extradición. 

Fue Infobae el portal que denunció oportunamente la liberación de Sejas Rosales. Y el mismo sitio, a través de una nota de Federico Fahsbender, dio amplia cobertura a la detención de José Luis Sejas Rosales, uno de los mayores transportistas de Bolivia, señalado por traficar casi una tonelada de droga en 13 causas. Rosales se entregó ayer en La Paz y la Justicia argentina reclama ahora su extradición.

El empresario se entregó ayer a las 8:30 de la mañana y quedó detenido tras presentarse en una dependencia policial de La Paz «por una acusación de legitimación de ganancias y tráfico de sustancias controladas» iniciada de oficio en su propio territorio. De este lado de la frontera, la detención fue toda una sorpresa, y un movimiento al menos llamativo. En los últimos meses, Sejas Rosales se había convertido en un nombre irritante para la Justicia argentina”, difundieron los funcionarios bolivianos.

Infobae se encargó de desarrollar la historia de Rosales en mayo último. “Hombre fuerte del transporte boliviano, especializado en envíos de camiones cisterna con una flota de al menos 90 camiones declarados por el mismo, Sejas Rosales alardeaba contratos con la YPFB, la petrolera estatal boliviana y vínculos con firmas como Volvo, en rutas hacia Chile y Rosario con el paso por Salta como punto neurálgico. Propietario de la empresa Creta SRL, sus camiones fueron sucesivamente cayendo en diversos operativos, con diversas cantidades de cocaína y precursores químicos ocultos en ellos, el mayor en el paso de Salvador Mazza, con más de 140 kilos. Los choferes eran los únicos en caer presos pero el nombre de Sejas Rosales no resonaba en los expedientes”.

En julio pasado Sejas Rosales también había sido centro de la noticia cuando cuando la Cámara Federal de Salta hizo lugar al recurso de apelación de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) y anuló el procesamiento del transportista, apartó de la causa al propio juez federal Reynoso y designó en su lugar al titular del Juzgado Federal N°1 de Salta, Julio Bavio, quien deberá dictar un “nuevo pronunciamiento conforme a derecho” en la causa que investiga al empresario como organizador de una asociación ilícita dedicada, al menos desde 2011, al tráfico transnacional de estupefacientes.

Lo cierto ahora es que Sejas Rosales se entregó en el marco de una causa iniciada de oficio por la Justicia de su país, al enterarse de lo que acontecía en los tribunales salteños, por fuera del reclamo argentino. ¿Es una jugada del empresario para ser juzgado en su propio país, recibir acaso una posible sentencia más benévola y evitar la extradición que le costaría, según el propio juez Bavio, una condena de al menos 20 años? Esa es una de las posibilidades.La Procunar, por lo pronto, mantendrá el pedido de extradición y espera datos oficiales de la Justicia boliviana para calcular sus próximos movimientos, según indican fuentes oficiales. Pedirá, efectivamente, que Sejas Rosales sea juzgado en nuestro país.