Desde el año 2006 a la fecha cerraron el 60% de emprendimientos. Ahora son 30 las empresas exportadoras que concentran el 50 por ciento del rubro. En su mayoría cerealeras y aceiteras.

9.185 empresas exportadoras entre 2006 y el primer trimestre de este año. Esa es la cantidad exacta de empresas exportadoras que cerraron. Así lo consigna un informe de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), que dirige el economista Marcelo Elizondo.

Hace 12 años el padrón de exportadores contabilizaba 15.075, mientras que en marzo de este año llegó a 5890. Si se establece un parangón con otros países latinoamericanos, tenemos que en México existen más de 30.000 empresas exportadoras, en Brasil son casi 20.000, en Colombia más de 10.000, en Chile unas 8.000, así como en Perú.

El informe indica que tan solo 30 exportadoras argentinas explican más de la mitad del total y de ellas, «la mitad son cerealeras o aceiteras, luego cinco son automotrices, dos petroleras, dos químicas, y luego se reparen entre diversos otros rubros las tres restantes».

Sólo 11 empresas exportan más de u$s 1.000 millones al año y apenas 17 exportan más de u$s500 millones. El estudio revela además que 57 empresas exportan más de u$s100 millones al año y 95 empresas más de u$s50 millones. Un grupo de 661 firmas logra hacer negocios en el exterior por más de u$s10 millones, lo cual a criterio de DNI se trata de cifras «menores» si se toma en cuenta la dimensión usual de los negocios transfronterizos.

«Hay una cantidad escasa de grandes exportadores y una gran mayoría de empresas que exporta poco por lo cual logran poca dimensión, escala o volumen para competir en el complejo mercado mundial», advierte DNI.

Según datos del Banco Mundial de 2017, la Argentina es también el tercer país de inserción más baja de su economía en los mercados mundiales. Su comercio exterior es apenas el 25% del PBI. Tan solo Brasil, con el 24% y Sudan, con el 21% tienen peores ratios.

DNI afirma que las razones por las cuales van desapareciendo los exportadores en Argentina son «la inestabilidad macroeconómica, la complejidad regulatoria, la escasez de un mercado de capitales de dimensiones relevantes y la baja profundidad del sistema financiero».

Fuente: Ámbito